Enagás, referente internacional en la construcción y operación de infraestructuras gasistas, ha desarrollado en los últimos años innovadores proyectos de eficiencia energética. La compañía, que está certificada como Transmission System Operator (TSO) por la Unión Europea, pretende así optimizar el rendimiento energético de sus infraestructuras, en línea con los objetivos de reducción de emisiones de CO2 de la Unión Europea.

Las medidas puestas en marcha hasta el momento le están permitiendo generar en sus activos de transporte una energía equivalente al 6,5% de la electricidad consumida. El objetivo es incrementar ese porcentaje de manera progresiva hasta alcanzar el 20% en 2017 y el 35% en 2020.

Enagás mantiene, por tanto, su apuesta por la innovación y la eficiencia energética, dos valores que considera fundamentales para tener un crecimiento sostenible y sostenido en el tiempo.

Las plantas de GNL, un ejemplo de eficiencia

Algunos de los proyectos más relevantes en el ámbito de la eficiencia energética se están desarrollando en las plantas de regasificación. Estas infraestructuras cumplen una función estratégica dentro del Sistema Gasista, ya que hacen posible que España disponga de un suministro muy diversificado, al recibir gas natural de diversos orígenes a través de grandes buques metaneros.

El gas llega a estas terminales en estado líquido (GNL) a una temperatura de -160º y es devuelto a estado gaseoso mediante un proceso físico a través del contacto con el agua de mar para su posterior envío a la red básica de gasoductos. Tras ese proceso de regasificación, el agua es devuelta al mar a una temperatura inferior a la que fue recogida.