Si las tecnologías más punteras nos ayudan cada vez más en nuestro día a día, la gestión de activos también forma parte de esta ola que se beneficia de la potente innovación. En este sentido, hemos querido conocer cuáles son aquellos avances de los que se benefician las gestoras y los inversores en el momento […]
Si las tecnologías más punteras nos ayudan cada vez más en nuestro día a día, la gestión de activos también forma parte de esta ola que se beneficia de la potente innovación.
En este sentido, hemos querido conocer cuáles son aquellos avances de los que se benefician las gestoras y los inversores en el momento actual y cuáles son sus perspectivas en lo que respecta a la inversión sostenible o ESG.
Y es que tal y como señala Ana Gutiérrez Loscos, técnico en Finanzas Sostenibles de Spainsif, a medida que la inversión ASG va aumentando, también lo hace la tecnología.
“Existen cada vez más proveedores de soluciones tecnológicas en la automatización y el tratamiento de datos de sostenibilidad e incluso entidades financieras que desarrollan sus propias herramientas digitales para gestionar desde riesgos climáticos de las carteras hasta monitorizar controversias, impactos y performance en tiempo real de los factores ambientales, sociales y de gobernanza. La inteligencia artificial y las nuevas herramientas para la extracción, tratamiento y aplicación de datos facilitan la inversión en activos con perfil ASG”, concreta la experta.
“En BlackRock entendemos que los riesgos climáticos, tanto físicos como de transición, son riesgos financieros, y por tanto se deben considerar como cualquier otro riesgo a la hora de gestionar las carteras”, señala Isabel Vento, responsable de desarrollo de negocio para Iberia en BlackRock, que añade que por ello, su tratamiento y medición se realiza siguiendo los mismos procesos que se han contemplado tradicionalmente en el proceso de inversión.
“En BlackRock lo hacemos con una herramienta propietaria de gestión de riesgos, Aladdin, que nos permite cuantificar y medir mejor los riesgos a los que se enfrentan los gestores para tomar decisiones de inversión mejor informadas. En los últimos años hemos invertido mucho en desarrollar y en potenciar las capacidades directamente relacionadas con la sostenibilidad, así como en específico las relacionadas con el riesgo climático, que se enmarcan en el módulo Aladdin Climate. Todas estas herramientas y plataformas forman parte de la clara apuesta de BlackRock por el desarrollo tecnológico, que es parte integral del ADN de la firma desde su fundación hace más de 34 años”, matiza.
“El uso de nuevas tecnologías permite tratar grandes cantidades de datos de manera más homogénea, facilitando su análisis”, comenta la experta de Spainsif para señalar que estas permiten además crear procesos de verificación más transparentes y descentralizados.
“Suponen un avance en cuanto a la adaptación de la información y asesoramiento de cada usuario, permitiéndole personalizar la oferta en base a las preferencias de sostenibilidad de los clientes en la selección de activos. Cada vez están apareciendo más empresas enfocadas a proporcionar software que permitan a las compañías conocer datos sobre recursos o residuos utilizados/ahorrados, por ejemplo, permitiéndoles mejorar en los aspectos que consideren”, aclara Gutiérrez Loscos.
Para Vento, el hecho de tener la tecnología específica para medir estos riesgos nos permite tomar decisiones de inversión mejor informadas.
“Una de las áreas en las que más nos hemos centrado a la hora de invertir en mejorar nuestras capacidades, es el análisis de riesgos climáticos, tanto físicos como de transición, gracias al desarrollo del módulo Aladdin Climate, que mide ambos factores. También hemos enriquecido las capacidades de esta plataforma con acuerdos de colaboración con terceros, como Clarity AI o Baringa”, ejemplifica la responsable de BlackRock.
Desde Spainsif matizan que los continuos avances en regulación fomentan el reporte sobre los impactos ASG de las empresas.
Así, su experta concreta que en este sentido, es de esperar que la tecnología avance para favorecer que las empresas puedan presentar estos reportes periódicos, de forma más automatizada, facilitando la monitorización y medición del impacto ASG y reduciendo los costes que impone la divulgación constante.
“Del lado empresarial, tal y como se ha comentado en el foro de Davos, uno de los aspectos en que se espera que la inteligencia artificial ayude a las empresas es para calcular y controlar el consumo de energía y de recursos. Esto es esencial para cumplir con los compromisos de Net Zero, que incorporan la aportación tecnológica a los modelos de descarbonización asumiendo el uso de herramientas que permiten monitorizar en tiempo real los niveles de demanda de energía y aumentar la eficiencia de sus procesos, al igual que otras tecnologías por el momento no desarrolladas”, considera la experta de Spainsif.
En lo que respecta a las perspectivas de futuro a largo plazo, incorporar la tecnología a la gestión de cuestiones ASG en las inversiones tiene potencial de ayudar a ajustar la toma de decisiones financiera a los riesgos materiales y oportunidades de negocio y de mercado de sostenibilidad, tal y como señala Gutiérrez Loscos.
“La tecnología tiene un valor enorme para monitorizar los cambios de performance ASG actuales en tiempo real, pero también para mejorar las estimaciones y métricas prospectivas de las estrategias a largo plazo de las empresas; una cuestión esencial a la hora de valorar las políticas ASG de las mismas desde un punto de vista financiero”, concreta.
Desde la gestora BlackRock también inciden en la importancia de la tecnología para la medición, y explican que el avance en este campo pasa necesariamente por el desarrollo y la integración a medida que haya una mayor calidad y homogeneidad de los datos.
“Este proceso requiere de la creación de marcos que definan los criterios homogéneos que faciliten su uso y comprensión por parte de los gestores para, de esta forma, integrarlos en los procesos de inversión. La tecnología permitirá facilitar la toma de decisiones por parte de los gestores al trasladar datos científicos a una lectura más financiera”, apunta Vento.
“Hay que mantener una inversión constante que permita el desarrollo continuado de estas capacidades, ya que así se conseguirá integrar cualquier dato nuevo que surja en el futuro en los procesos de inversión”, considera la experta, que añade que se espera que el futuro pase por un refuerzo de las distintas plataformas de las que dispone la industria para mejorar la divulgación y reporte de los parámetros de sostenibilidad.
“Nosotros nos sentimos muy orgullosos de haber contribuido a este proceso con el desarrollo de Aladdin Climate, que esperamos que se convierta en la tecnología líder de la industria para evaluar el riesgo de las inversiones y para ayudar a los clientes a navegar por la transición hacia una economía de cero emisiones netas”, explican desde BlackRock.