Lanzarse a invertir conlleva unos determinados riesgos en cualquiera de los casos, convirtiéndose en una de las premisas del mundo financiero. Sin embargo, teniendo claros los conocimientos básicos y encontrando la mejor estrategia o filosofía de inversión donde se genere valor, dejaremos muchas menos opciones a los imprevistos y a juegos del azar que nos […]
Lanzarse a invertir conlleva unos determinados riesgos en cualquiera de los casos, convirtiéndose en una de las premisas del mundo financiero. Sin embargo, teniendo claros los conocimientos básicos y encontrando la mejor estrategia o filosofía de inversión donde se genere valor, dejaremos muchas menos opciones a los imprevistos y a juegos del azar que nos pueden hacer perder.
En palabras de Tali Salomon, directora regional de eToro para Iberia y Latam, "la nivelación del terreno de las inversiones ha permitido al ciudadano medio participar casi codo con codo con los otrora venerados, adorados y respetados `Hombres de traje`. Sin embargo, esto no significa que deba disparar a ciegas a voluntad. Podemos tener todo el equipo de trading de lujo que el dinero pueda comprar, pero sin estar también equipados con conocimientos básicos de estrategias de inversión, lo primero no importará mucho”.
De esta manera, es importante que conozcamos, qué herencias existen entre las llamadas estrategias o filosofías de inversión para saber hacia qué apostar en nuestras carteras.
Pese a que hay muchas formas de definir a cada una de estos estilo o filosofías de inversión, lo cierto es que la diferencia fundamental son los distintos puntos de vista donde se encuentra el valor. Entre las más señaladas encontramos las filosofías value, quality y growth.
La estrategia Value o inversión en valor
Raúl Cameo, director de Value School es explica que la inversión en valor o value, busca siempre invertir en compañías cuyo valor real se encuentra por encima del precio al que cotizan. “Si compras por debajo de lo que realmente vale una compañía y eres paciente, el tiempo y el mercado terminan dándote la razón: valor y precio acaban convergiendo a largo plazo”, aclara.
Por su parte, la experta de eToro lo explicaba recordando sencillamente que el principio básico de la estrategia es tan sencillo como “adquirir un activo que está mal valorado (pasado por alto) por el mercado”, ejemplificando incluso que “si eres un comprador frecuente en los mercadillos o bazares locales, probablemente ya seas un inversor en valor”.
Para ir un poco más allá con esta explicación, Juan Esteve, director del Departamento de Estudios de Zonavalue indica que debemos diferenciar el precio del valor. “Por poner un ejemplo sencillo imaginemos una vivienda de 100m2 en el centro de Madrid. Si estudiamos el mercado podemos saber que el precio del m2 en el centro de Madrid ronda los 5.000€, con lo que el valor de ese apartamento rondaría los 500.000€, si encontráramos ese apartamento con un precio de 250.000€ estaríamos comprándolo por debajo de su valor real. ¿Porqué tiene ese precio? puede ser porque los propietarios necesiten venderlo urgentemente, puede que sea un herencia….. Con las acciones ocurre lo mismo, hay empresas que cotizan por debajo de su valor por diferentes motivos y el Value sigue esa filosofía”.
La filosofía Quality: invertir en compañías de alta calidad
“El quality, como su nombre indica, invierte en compañías de alta calidad con un historial de crecimiento demostrado, buenos márgenes y balances saludables”, explica Cameo, que recuerda que esta estrategia “implica a menudo pagar un precio superior a la media, pero comprar un negocio seguro y estable puede generar buenas rentabilidades a pesar de no ser haber sido barato”.
Es decir, en otras palabras, se trata de apostar por empresas de calidad, haciendo hincapié en que su parte finánciela sea de primer orden. “En el Quality buscamos aquellas empresas que tengan una fortaleza financiera tanto en los balances, ventas o la rentabilidad que obtienen. Dentro de este estilo de inversión también se tiene en cuenta tanto el modelo de negocio de la empresa como su posicionamiento dentro del sector”, recalca el entendido de Zonavalue.
Invertir según el Growth, una búsqueda potencial
En lo que a la estrategia en Growth o inversión en crecimiento respecta, para Tali Salomon se trata de una búsqueda clara de potecial. “Los inversores en crecimiento buscan empresas innovadoras en sectores emergentes de rápido crecimiento que tengan un fuerte potencial de subida o que ya presuman de un aumento de los ingresos superior a la media”, puntualiza y añade: “Suelen ser empresas que reciben mucha prensa por su carácter disruptivo, y suelen crear sus propios mercados y audiencia”.
Desde Zonavalue recalcan que se trata de empresas con posibilidades de expansión bien sea por un modelo de negocio en auge, por el éxito del sector en el que se encuentran o incluso porque tiene una ventaja competitiva con respecto a su competencia.
Ejemplos de ellas pueden ser, según la entendida de eToro, compañías tan sonadas hoy en día como Tesla, Uber, Square o PayPal.
Eso sí, este tipo de inversión no debe verse como una especulación. “Detrás de cada tesis de crecimiento Detrás de cada tesis de crecimiento, tiene que haber una lógica empresarial sólida y una propuesta de valor”, considera Salomon.
Value vs Growth: el cambio de paradigma sobre dónde se encuentra el valor
La principal diferencia entre el Value y el Growth es que poseen puntos de vista diferentes sobre dónde se encuentra el valor. “La inversión en valor lo encuentra en compañías que considera infravaloradas por el mercado, mientras que la inversión en crecimiento opta por compañías que cree que tendrán un rendimiento mejor a la media”, asumen desde Value School.
Y es que pese a que, en palabras de Juan Esteve, invertir con una u otra filosofía se trata más de la manera en que el inversor ver las cosas, sí que apunta a que hay estilos que han funcionado mejor que otros en determinados periodos. “Al final elegir uno u otro es invertir de la forma en que te sientas más cómodo”, resalta.
Cameo aclara que “las acciones infravaloradas por el mercado tienen un mayor potencial de revalorización que aquellas que ya están caras. Además, las compañías que generan caja neta dependen menos de los mercados y por este motivo en el largo plazo tendrán mejor comportamiento que aquellas con flujos de caja negativos”.
En ese sentido, y haciendo hincapié sobre qué estrategia de inversión ha funcionado en uno u otro periodo de tiempo y de mercado, es importante indicar que si bien estos últimos años la inversión en Growth ha llevado la voz cantante, parece que ahora la corriente gira entorno al Value.
“El 2020 fue un año en el que las acciones Growth fueron las grandes beneficiadas, tras el impacto inicial en las bolsas del coronavirus este tipo de empresas se vieron fortalecidas y fue el sector tecnológico el que encabezó crecimientos que no se veían en años”, indica Esteve.
Para Raúl Cameo, el punto de inflexión ante este cambio de paradigma inversor fue elpasado mes de noviembre y con motivo de los resultados electorales de Estados Unidos, momento en que se auguraba la estabilidad política con la llegada de Biden y además, las vacunas contra el coronavirus estaban a la vuelta de la esquina.
“En ese momento el value investing recuperó la salud, y en lo que llevamos de año, las compañías y sectores típicos de este estilo de inversión repuntan con fuerza. El plan de ayudas estadounidense fortalecerá la actividad económica, pero también ha comenzado a pesar sobre el mercado de bonos. Además, también ha hecho que aumenten las expectativas de inflación”, explica el entendido y adjunta: “Los inversores se sienten más optimistas con la recuperación, y ahora mismo están más cómodos en compañías con buenos fundamentales y valoraciones razonables, con retornos reales y negocios estables, que en compañías que ofrezcan crecimiento o expectativas futuras”.
“Este 2021 parece que ha cambiado la tendencia hacia un sesgo más Value, esto podría tener sentido si tenemos en cuenta las altas valoraciones que tomaron muchas acciones el año pasado, de las cuales muchas tenían sentido pero muchas otras no. Esa vuelta a valoraciones de acciones más realistas es lo que muchas casas de análisis están apuntando como un nuevo ámbito propicio para la filosofía Value”, precisa por su parte Estevez.
Factores a los que estar atentos y consejos expertos
Para Cameo, “el inversor en valor desoye el ruido del mercado y se centra en las compañías: sus ventajas competitivas, cómo están gestionadas y si se siente cómodo siendo propietario a largo plazo, sea cual sea la opinión del mercado. Después, debe encontrar la coyuntura en la que el precio de la compañía sea lo suficientemente atractivo para invertir con un margen de seguridad suficiente. Por último, debe tener paciencia y saber esperar a que el mercado reconozca su valoración y el precio se adecúe a ella.”.
Desde el punto de vista cuantitativo, el experto de Zonavalue considera que pese a que no existe una manera unificada que utilicen todos los inversores para localizar estos tipos de empresas, algunos de los ratios cuantitativos que se suelen utilizar son por ejemplo, en Value, el PER, el FCF y el Ev/Ebit o relación precio-ganancia.
Para el Growth enuncia el FRR o tasa futura de retornos, el ROE (return to equity) o el % crecimiento del EBITDA. En lo que respecta Quality precisa los retornos medios sobre capitales empleados, la Deuda/Ebitda y el crecimiento en el pago de dividendos.
Para el director de Value School, su consejo inversor es el que apela a no dejarse llevar por las emociones a la hora de invertir. “Deben siempre huir del efecto manada y no regirse por aquello que dicen o hacen los demás sin analizar antes si se trata de una buena decisión para ellos. También deben tener cuidado con el exceso de optimismo o de confianza en uno mismo. La cautela debe siempre imponerse”, concluye.
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