Octubre llega tras unos nueve primeros meses del ejercicio en los que los inversores se han enfrentado al rápido declive de los mercados del mes de marzo, han vivido una rápida recuperación posterior y han visto un claro boom tecnológico que ahora comienza a dar síntomas de frenazo. En las últimas semanas la volatilidad ha […]
Octubre llega tras unos nueve primeros meses del ejercicio en los que los inversores se han enfrentado al rápido declive de los mercados del mes de marzo, han vivido una rápida recuperación posterior y han visto un claro boom tecnológico que ahora comienza a dar síntomas de frenazo. En las últimas semanas la volatilidad ha regresado y, según José María Luna, socio-director de Luna Asesores Patrimoniales, irá en aumento. A su juicio y ante la enorme dispersión sectorial, entre activos y regiones que se observa “es muy importante comprar calidad”. ¿Por dónde más pasan las recomendaciones de los expertos para lo que resta de 2020?
Los expertos de Amundi tienen claro que es poco probable que persista el optimismo visto durante los meses centrales del verano. Constatan que “todos los elementos que respaldaron el rally de los activos de riesgo se están desacelerando: es poco probable que la expansión fiscal adicional sea comparable a la primera vez, lo mismo sucede con la política monetaria y los primeros signos de recuperación podrían verse desafiados”. Por tanto, ante un entorno de riesgos elevados, creen que “será clave mantener las carteras bien diversificadas, con activos de alta calidad y niveles adecuados de liquidez”. Más en detalle, en renta variable son cautelosos en las acciones de alto crecimiento con valoraciones extremas, de modo que prefieren calidad y cíclicos, mientras que en la parte de renta fija creen que “crédito y deuda emergente, high yield en particular, ofrecen potencial yield adicional. Pero no se debe perder el foco en la calidad y liquidez”, aseguran.
La calidad, tanto en la inversión en bolsa como en renta fija, es una de las premisas que también subraya Sasha Evers, director de BNY Mellon para España y Portugal.
Ver BNY Mellon: “El segmento de los fondos multiactivos o mixtos no ha muerto”
“Estamos cautos porque creemos que la recuperación va a ser gradual y lenta, por lo que preferimos la seguridad de nombres de acciones de calidad con niveles de endeudamiento bajo y no especialmente expuestas al ciclo económico”, explica. Así, se fijan en los sectores tecnológico ( buscando más allá de las FAANG), farmacéutico y de bienes de consumo, además de considerar interesantes los fondos multiactivos o mixtos para los inversores más conservadores y de darle un peso al oro en las carteras de este perfil de hasta el 10%.
Por su parte, José María Luna habla de combinar en una cartera moderada tanto la liquidez, como los mixtos de renta variable con vocación patrimonialista, como la renta fija, en el caso de esta última infraponderada con respecto a una cartera modelo porque hay una parte que “está cara”. Además, en la parte de renta variable y bajo esa premisa mencionada de la calidad, diversificaría su posición en EE.UU. con China y Europa, además de dar cabida a fondos temáticos.
Mientras, Jean Luc Hivert, jefe de inversiones de La Française AM, quien sigue viendo atractivo en los activos de riesgo “en un contexto de tipos de interés persistentemente bajos”, pone el foco en algunas de las oportunidades de inversión que, a su entender, ha abierto la crisis sanitaria: la transición tecnológica (que ha beneficiado a las grandes del sector estadounidenses), los cambios en los patrones de consumo y la aceleración de la transición energética. Y Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM, se centraría en la “recuperación económica liderada por China y en el dinamismo de la inversión centrada en los factores ASG”. Es por ello que la gestora favorece activos, por ejemplo, como la renta variable china o los bonos emergentes con oportunidades de carry trade en sus divisas.
Desde BlackRock, el repunte de la volatilidad y la revalorización ya mostrada por los activos de riesgo, unida a los riesgos que se atisban en el horizonte les lleva a “mantener una postura de predisposición al riesgo moderada a medida que nos aproximamos al final de año y a priorizar la deuda corporativa”.
Un segmento del mercado en el que se centran también desde Diaphanum, firma que le ha dado un tono más defensivo a sus posiciones en renta variable y no ve atractivo en la deuda soberana.
Su director de inversiones, Miguel Ángel García, reconoce incluso que “ahora mismo la deuda corporativa investment grade ha perdido algo de atractivo y quizás hagamos una reducción en próximas semanas, pero sí vemos todavía la compra de high yield como una de las pocas oportunidades”. Cree que los retornos de entre el 5 y el 6% de este tipo de bonos sí que compensa el riesgo asumido.
La deuda corporativa es también una buena opción para Mondher Bettaieb y Claudia Fontanive-Wyss, de Vontobel AM. Creen que los cambios introducidos por la Fed en sus métricas de inflación y desempleo “ son extremadamente positivos para el sentimiento en el mercado de crédito corporativo de países desarrollados, ya que deberían apoyar la recuperación a medida que se implanten. También animará a los inversores a aumentar sus asignaciones de crédito, ya que su mentalidad debería pasar de dudar de la recuperación a abrazarla”.