China ha sido el único país, dentro de las grandes economías mundiales, que ha logrado terminar 2020 con un crecimiento positivo del PIB. Concretamente lo ha hecho un 2,3% y se espera que siga manteniendo el mismo buen ritmo para 2021. “China y Asia en general parecen estar en mejor posición que sus homólogos occidentales, […]
China ha sido el único país, dentro de las grandes economías mundiales, que ha logrado terminar 2020 con un crecimiento positivo del PIB. Concretamente lo ha hecho un 2,3% y se espera que siga manteniendo el mismo buen ritmo para 2021. “China y Asia en general parecen estar en mejor posición que sus homólogos occidentales, dado que Estados Unidos, la Unión Europea y otras grandes economías siguen luchando por controlar el coronavirus. Si la economía china mantiene su fuerte recuperación, los mercados de acciones y bonos de China pueden parecer cada vez más atractivos”, comentan desde la gestora Allianz GI.
Lo cierto es que en 2020 las acciones chinas, especialmente las que cuentan con la calificación ‘A’ han demostrado un mejor comportamiento que el resto del mercado de acciones a nivel mundial. Fueron más resistentes durante las fuertes caídas de los meses de marzo y de abril y menos volátiles que los títulos del mercado americano o europeo.
A la hora de apostar por determinados sectores dentro del país, los expertos de Allianz han señalado el 5G, los semiconductores, las energías renovables, los vehículos eléctricos, el consumo discrecional, la construcción, el sistema sanitario y el financiero como áreas más atractivas para la inversión. Lo cierto es que el Gobierno de Xi Jinping ha preparado un plan para potenciar el 5G, los semiconductores y la apuesta por las energías renovables.
En estos momentos, el precio de la energía solar se encuentra en el mismo lugar que el precio de fuentes de energía no renovables, lo que supone una caída del 90% en los precios y un espaldarazo para el sector. De igual manera, se está potenciando la reducción de las emisiones de carbono y esto afecta al sector energético y al automovilístico, especialmente. Sin embargo, desde Allianz GI no se muestran tan optimistas con las compañías tecnológicas chinas.
“Tras el furor de las nuevas emisiones en enero, prevemos que la actividad del mercado de deuda asiático se ralentizará en febrero, a medida que se acerque el Año Nuevo Chino. Además, la reciente estabilización de la curva de rendimientos de los bonos a 10 años estadounidenses probablemente haya eliminado la urgencia de las empresas asiáticas por emitir bonos. Esto debería suponer un alivio muy necesario para el mercado de bonos asiático, que está empezando a mostrar signos de indigestión en el mercado primario”, comenta Marcus Weston, CFA y gestor senior de renta fija de JK Capital Management, empresa miembro del grupo La Française.
Para Weston, los bonos inmobiliarios “siguen siendo atractivos para los inversores nacionales”. Explica que la política gubernamental continuará impulsando el rendimiento de los bonos y, pese a que las recientes medidas de limitación, como la nueva regla de “las tres líneas rojas chinas”, pueden suscitar algunas preocupaciones sobre la volatilidad, en última instancia, esto es positivo para la estabilidad del sector, en nuestra opinión. “Resulta muy revelador que, a pesar de fuerte caída que experimentaron recientemente los bonos del gran emisor CHFOTN, todavía no hayamos visto esto traducido en una venta importante en el resto del sector”, concluye.