El Banco Central Europeo ha celebrado su reunión mensual con la vista puesta en la inflación y el apremio de subir los tipos de interés. Antes de la reunión, el consenso de mercado, teniendo en cuentas las declaraciones realizadas por miembros del banco central, esperaba una subida de 25 p.b.. Sin embargo, el organismo sorprendió […]
El Banco Central Europeo ha celebrado su reunión mensual con la vista puesta en la inflación y el apremio de subir los tipos de interés. Antes de la reunión, el consenso de mercado, teniendo en cuentas las declaraciones realizadas por miembros del banco central, esperaba una subida de 25 p.b.. Sin embargo, el organismo sorprendió al aplicar una subida de 50 p.b. y poner fin a los tipos de depósito negativos, que estaban en el -0,5% y que han pasado al 0,0%.
"En consonancia con el firme compromiso del Consejo de Gobierno con su mandato de estabilidad de precios, el Consejo de Gobierno ha adoptado nuevas medidas clave para garantizar que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% a medio plazo. El Consejo de Gobierno ha decidido elevar los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos y ha aprobado el Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI)", anunciaba el BCE en su comentario.
La sorprendente subida de tipos y el mecanismo PTI son los dos principales puntos relevantes que han centrado las miradas de los expertos y analistas. Por un lado, se muestran sorprendidos por esta subida superior a lo esperado y aseguran que podría ocasionar una falta de credibilidad sobre futuras decisiones.
“Sorprende no respetar el forward guidance (FG): habían repetido muchas veces que subirían 25pb. Ojo que esto es relevante, por las implicaciones que pueda tener sobre la credibilidad del BCE. Se ha encargado de dejar todas las opciones abiertas para las próximas reuniones repitiendo en sucesivas ocasiones que irán “paso a paso” y en función de los datos que se vayan conociendo”, asegura Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G.
Aunque, por su parte, Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, comenta tras el anuncio del BCE de una subida en 50pb en lugar de la subida de 25 pb anunciados anteriormente: “Después de que la Reserva Federal sorprendiera con una subida de +75 pb tras haber comunicado un +50 pb, el forward guidance de los Bancos Centrales está recibiendo un golpe… y eso no es malo. Atarse las manos en un entorno tan cambiante no tenía sentido”.
Por otro lado, había mucha expectación sobre la herramienta antifragmentación que ya anunciaron en la reunión extraordinaria del pasado 15 de junio. Este programa de compra de deuda de países del sur de Europa para evitar unas primas de riesgo disparadas buscaba dar tranquilidad a los mercados, pero los analistas creen que no se han dado los detalles suficientes sobre cómo se estructura y funcionará el TPI. “Esperaba más concreción en los datos del programa: compras en mercado secundario, especialmente en bonos soberanos y con vencimiento de 1 a 10 años”, sostiene García Mellado, quien también destaca que “no sabemos en qué momento se decidirá que este programa entre en escena, por lo que queda a discreción del BCE el nivel de prima de riesgo en la que lo que suponen movimientos desordenados que amenacen la política monetaria. Diseñado, por ello, para ser utilizado o no, pero habrá que ver en qué momentos.
Por su parte, desde el Equipo de Global macro & Asignación de activos de Fidelity, señalan “la estricta condicionalidad introducida hoy en el TPI, aunque deja margen de flexibilidad en su interpretación, limita su uso potencial y corre el riesgo de que los mercados pongan a prueba su credibilidad. La perspectiva de unas nuevas elecciones en Italia, con los partidos de extrema derecha a la cabeza, significa que es poco probable que Italia cumpla las condiciones -al menos a corto plazo-, lo que hace que surjan dudas sobre si el BCE intervendrá o no”.
Con todo ello, y según han mencionado los analistas, la política monetaria se presenta más volátil de cara a los próximos meses y estará mucho más enfocada al corto plazo de los datos de la inflación, por tanto, la credibilidad y los FG han quedado atrás. Al mismo tiempo, el TPI, aunque puede dotar de tranquilidad al mercado, está por desarrollarse para conocer mejor los detalles y el mecanismo.