Bank of America ha publicado sus previsiones para el próximo año en un estudio con los ocho principales aspectos que pueden ser cruciales el próximo año en la economía y en los mercados. De esta manera, el banco americano es constructivo tanto con las bolsas, como con el rendimiento de los bonos y de las […]
Dirigentes Digital
| 04 dic 2023
Bank of America ha publicado sus previsiones para el próximo año en un estudio con los ocho principales aspectos que pueden ser cruciales el próximo año en la economía y en los mercados. De esta manera, el banco americano es constructivo tanto con las bolsas, como con el rendimiento de los bonos y de las materias primas como el petróleo. Además, espera que los tipos de interés sufran algunos recortes en el próximo curso, a medida que la inflación se estabiliza.
El primer aspecto económico que destaca BofA es el descenso en los tipos de interés de cara a la segunda mitad del año. El economista global de BofA, Claudio Irigoyen, espera que la inflación disminuya gradualmente en todo el mundo, que el crecimiento se desacelere modestamente, y que la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (ECB) comiencen a recortar en junio.
Savita Subramanian, estratega de acciones y cuantitativa de BofA, encuentra razones para ser optimista en: el sentimiento pesimista, las condiciones perfectas, el ratio EPS > PIB, el año electoral americano y el excepcionalismo estadounidense. Savita mantiene un sesgo cíclico. La estrategia en Europa espera un debilitamiento del crecimiento global en el primer semestre, un repunte en el segundo semestre y que las acciones sigan la misma tendencia. Por eso, cree que el S&P 500 subirá un 10% el próximo año, menos que el EuroStoxx.
Francisco Blanch, estratega de materias primas de BofA, espera un crecimiento más lento en la demanda de petróleo en el 2024, pero espera que la OPEP+ recorte más producción, lo que llevaría al barril de Brent a promediar los 90 dólares durante el próximo curso.
Se espera una mejora en el gasto del consumidor, algo que hace que las previsiones de inflación sigan más altas a las del consenso, algo positivo en el caso de Japón. La estrategia observa avances en la reforma corporativa, el número de empresas que elevan su guía financiera anual es el más alto en una década.
Los retornos en los mercados emergentes en los 12 meses posteriores al último aumento de la Fed tienden a ser altamente positivos y la posición es ligera en todos los activos de los mercados emergentes. El crecimiento en China debería estabilizarse.
El impacto de los programas de inversión fiscal debería disiparse. Si bien el gasto en capital tiene vientos favorables a largo plazo, la estrategia de EE. UU. reconoce obstáculos cíclicos, respaldados por encuestas a CEOs.
El banco americano espera que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años permanezca elevado debido a déficits y geopolítica. Es difícil reducir significativamente los déficits. Es posible que la era de bajos gastos en defensa esté llegando a su fin.
Se espera un aumento en la incertidumbre política, ya que más del 60% del PIB mundial enfrenta elecciones presidenciales el próximo año. La polarización y el populismo están en aumento, sumándose a las incertidumbres.
En definitiva, Bank of America ha delineado ocho aspectos cruciales para el próximo año económico y de mercado. El banco proyecta una actitud constructiva hacia acciones, bonos y materias primas, como el petróleo. Espera recortes en los tipos de interés conforme la inflación se estabiliza.