Los bancos centrales cambiaron el paso, la política y el discurso en la primera mitad del curso pasado y el escenario actual en nada se parece al que se ha vivido desde el año 2014. De una política ultralaxa, con la masa monetaria creciendo exponencialmente y el crédito barato, se ha pasado a un escenario […]
Tipos de interésLos bancos centrales cambiaron el paso, la política y el discurso en la primera mitad del curso pasado y el escenario actual en nada se parece al que se ha vivido desde el año 2014. De una política ultralaxa, con la masa monetaria creciendo exponencialmente y el crédito barato, se ha pasado a un escenario en el que los tipos han vivido las mayores subidas en el menor tiempo posible. Aunque, la economía real, todavía, no se ha resentido, el mercado de los bonos está dando tumbos alarmantes en las últimas semanas. Todo ello, con unos niveles de deuda muy preocupantes y con una inflación que no termina de reducirse.
El escenario central del mercado es que la Reserva Federal aplique, como mucho, una subida más en lo que resta de año y deje los tipos en el entorno del 5,75%. En ningún caso por encima del 6% y, ni mucho, menos los ven en el 7%. Pero, el escenario central para los tipos de interés pocas veces se ha cumplido en los últimos meses. a esto, se le ha sumado la reciente advertencia del presidente de JP Morgan, Jamie Dimon. Según Dimon, es posible que los tipos suban al 7% si la economía entra en una fase de estanflación.
Estas palabras, que sonaron alarmistas, empezaron a generar cierto miedo en el mercado después de que Jerome Powell, presidente de la Fed, avisase en la última reunión de que los tipos serían más altos durante más tiempo. Unas palabras en las que, además, tampoco descartó una nueva subida de tipos.
“Un nivel de tasa de interés del 7% no es mi escenario principal, sino parte del escenario de riesgo y de la evaluación de riesgos”, comenta Axel Weber, expresidente del Bundesbank y consejero de Flossbach von Storch. “Un nivel de tasa de interés del 7% aumentaría los riesgos para el sistema financiero de Estados Unidos, especialmente en aquellos segmentos del mercado donde existen altos niveles de apalancamiento, desajustes en los vencimientos y exposiciones excesivas al crédito a corto plazo. Los bonos de alto rendimiento, de baja calificación y el mercado de bienes raíces comerciales con altas tasas de vacantes parecen ser particularmente vulnerables”, asegura.
Sin duda, lo que marcará el nivel de los tipos de interés en los próximos meses pasa por la inflación y por el empleo. La primera, sigue en el 3,7%, con un repunte de cinco décimas con respecto al mes de julio. Mientras que, el empleo, sigue mostrándose más fuerte de lo que el mercado espera e impulsa a la Fed a ser más restrictiva para poder atajar la inflación subyacente.
“La disminución de la inflación subyacente abre el camino a los recortes de los tipos de interés de la Reserva Federal y respalda las perspectivas económicas y de beneficios. Unos precios elevados persistentes implicarían un ciclo más largo de la Fed, más riesgo de recesión y desafiarían el frágil optimismo del mercado. Nos encontramos en tierra de nadie en lo que respecta a la inflación. Con mensajes contradictorios de aumento de la inflación general, pero de relajación de la presión subyacente. Es posible que tardemos unos meses frustrantes en resolver esta situación, y que la caída final hacia el objetivo del 2% de la Reserva Federal sea la más dura, advierte Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro.
Mientras tanto, el mercado de bonos se ha disparado en los últimos días. El bono a 10 años alemán roza ya el 3% y se está yendo a niveles del año 2011. Mientras que el americano, en el 4,8%, está a punto de romper los máximos del año 2006. Un movimiento que se debe a las previsiones del mercado de un mayor endurecimiento monetario del inicialmente previsto.