Una semana de corralito supone un gran desgaste para cualquier Gobierno, ¿a quién está culpando el pueblo griego de esta situación? Los ciudadanos están respondiendo según su visión política. Los que están cercanos a la oposición culpan al Gobierno, mientras los partidarios de Syriza culpan a Merkel, la troika y al FMI. Pero quizá lo […]
Dirigentes Digital
| 04 jul 2015
Una semana de corralito supone un gran desgaste para cualquier Gobierno, ¿a quién está culpando el pueblo griego de esta situación?
Los ciudadanos están respondiendo según su visión política. Los que están cercanos a la oposición culpan al Gobierno, mientras los partidarios de Syriza culpan a Merkel, la troika y al FMI. Pero quizá lo más importante es que hay ciudadanos que están cambiando de opinión respecto a las últimas elecciones y creen que el Gobierno ha gestionado mal las negociaciones. Con los resultados ajustados que ofrecen las encuestas pueden ser decisivos para que gane el sí.
¿Cuál es el balance de Syriza al frente del Gobierno?
Tenía expectativas de que Syriza pudiera aplicar ciertas medidas importantes y necesarias para Grecia. Obviamente, no en cuanto a recortes y ajustes, pero sí en lo relacionado con la corrupción y el fraude fiscal. Sin embargo, las negociaciones han consumido cinco meses sin que haya habido posibilidad de tomar decisiones importantes. Se puede criticar los primeros meses de Gobierno por no hacer varias cosas a la vez, llevar las negociaciones y legislar, pero es cierto, que la presión está siendo enorme desde enero tanto interna como externamente.
¿Le sorprendió el anuncio de referéndum?
De alguna manera la decisión es coherente con la posición de Syriza y era de esperar, aunque no deja de ser una estupidez. Votamos sobre un texto de una negociación que ya ha concluido. Tsipras lo necesita para asegurarse de si todavía cuenta con el apoyo popular y lo está utilizando para hacerles llegar el mensaje a sus socios europeos de que no puede aceptar las condiciones.
¿Cree que es responsable una consulta de este tipo?
Hubiera sido mejor realizarla con mucho más tiempo que hacerlo en el último momento. Incluso, hubiera tenido sentido en caso de haber alcanzado un acuerdo, someterlo a referéndum. Como está planteado no tiene ningún sentido.
¿Y qué le parece la postura de los socios europeos?
Los líderes europeos están esperando a que triunfe el sí con la esperanza de retomar las negociaciones con un nuevo Gobierno que no sea Syriza. No va a haber solución si las partes no quieren hacer concesiones, y parece que Tsipras estaba dispuesto hacerlo el martes pasado.
¿Entonces qué pasó cuando el acuerdo estaba tan cerca?
Tsipras ha hecho todo esto para demostrar que estaba contra la espada y la pared. Estamos ante un juego de amenazas. Tsipras no puede aceptar ciertas condiciones y la venganza es consultar al pueblo. La respuesta de Europa es chantajear abiertamente a los ciudadanos con una salida del euro. Se está interviniendo directamente en la política interna de Grecia con el objetivo de hacer dimitir a Tsipras.
¿La ciudadanía griega entiende que votar por el no supone su salida de Europa?
Cada uno lo está tomando desde su visión política y todas las interpretaciones sobre el referéndum son válidas. Se puede entender como una consulta sobre si queremos estar en Europa o no. Por otra parte, creo que se está exagerando con que el no significa que nos lanzaremos a los brazos de China o Rusia. Realmente, creo que se está votando si queremos que Tsipras siga como representante de Grecia en esta negociación.
¿Puede influir en el voto que el FMI reconozca que Grecia necesita una quita y nuevas ayudas? Es darle la razón a Syriza en un momento crítico.
Debería haberlo hecho mucho antes, incluso hace años. Hubiera facilitado las negociaciones, pero no estoy seguro de que el FMI hubiera publicado el informe si Grecia siguiera pagando. Durante las negociaciones ha insistido en sus postulados para continuar con los recortes y está aceptando las presiones de los Gobiernos.
El Gobierno griego ha estado condicionado para asumir un acuerdo por su electorado y su propio partido, pero ¿qué ha impedido a los países europeos ser más flexibles?
Uno de los problemas para llegar a un acuerdo esque Alemania y otros países europeos tienen que reconocer que se han equivocado con Grecia y explicarles a sus ciudadanos que van a perder dinero por culpa de las decisiones que han tomado. Están siendo cobardes en reconocer que han fracasado.
¿Qué escenario se le plantea a Syriza si gana el sí? ¿Convocará elecciones, remodelará el Gobierno o habrá una especie de Gobierno de concertación?
Syriza tendrá muy difícil continuar. La oposición insiste en que tendría que dimitir. Podría formarse un gobierno de coalición, pero el problema es que todos los partidos políticos han creado un clima tan conflictivo que será muy difícil que se dé. Espero que tras el referéndum se rebaje la tensión y se pueda conformar Gobierno. Es posible que aguante Syriza pero no sería honesto para sus diputados teniendo en cuenta que deberían asumir una nueva ronda de austeridad. Me parece más lejana la posibilidad de una convocatoria de elecciones. Se puede producir si hay una moción de confianza en el Parlamento.
¿La victoria del NO dificulta aún más la posibilidad de un acuerdo entre Grecia y Europa o, como defiende Tsipras, servirá para tener una posición de fortaleza?
Sería un escenario complicado. Tsipras saldría reforzado pero va a quedar claro que losGobiernos europeos no quieren negociar con él.
¿Si gana el no, ve a Grecia fuera del euro y de la Unión Europea?
Esa pregunta la deben contestar el resto de Gobiernos europeos. La crisis de Grecia se representa con una resolución objetiva. Se va fuera o no, pero no es así. Es un juego en el que participan muchas partes. Y lo saben perfectamente Tsipras y Varoufakis. Si Grecia no quiere salir del euro, el resto de países no la pueden obligar. El famoso Grexit no existe en el marco jurídico europeo. Incluso si Grecia quisiera, está por ver cómo se haría y cómo responderían todos los socios europeos. El no abre dos caminos: retomar las conversaciones o empezarlas de nuevo.
O comenzar las negociaciones para salir del euro…
Las instituciones que fueron creadas para crear el euro pueden decidir matarlo. La posición de Tsipras es ésta: si quieren destruir la zona euro, que lo hagan las mismas instituciones, no yo. Hasta ahora la institución menos democrática y representativa como el BCE está teniendo la actitud más responsable. Está apoyando a Grecia y sus bancos casi contraviniendo los tratados mientras continuaba la negociación. Por ahora las instituciones menos representativas del pueblo están siendo más responsables que las más democráticas como son los gobiernos. Pero no podemos estar tranquilos con que el BCE pueda seguir defendiendo el euro. Con el programa de rescate tenía todo el respaldo legal para sostener a los bancos. En este impasse el BCE está manteniendo vivas a las entidades, pero si después del referéndum no hay negociación, no tiene base para continuar sosteniendo esta situación. Según pasan los días están forzando más su mandato.
¿Hay tiempo para que se reconduzca la situación?
El tiempo se ha agotado y es una realidad. El juego de las negociaciones se ha ido de las manos con posiciones muy duras. Es el momento de ceder y rápido.
¿Cree que en las negociaciones hay un castigo político a Syriza por no representar al centro derecha-izquierda?
Syriza tienen una tradición política y un discurso a los que Europa no está acostumbrada. Durante décadas la Unión Europea se ha construido con diálogo y pactos entre la centro derecha e izquierda y Syriza tiene posiciones más radicales. Se está viendo en las negociaciones y en la falta de entendimiento. En realidad sería como poner en la misma mesa a Merkel y Pablo Iglesias. Sería difícil pensar que encontrarán puntos en común.
¿Esta situación está sirviendode aviso a navegantes para las próximas elecciones en países como España o Portugal?
Es una teoría que cada vez parece más clara. Solucionado el problema de los bancos, es más fácil para los actuales Gobiernos de España y Portugal ponerse duros con Grecia. Han perdido el miedo a que un accidente en Grecia tenga consecuencias negativas en sus respectivos países.
¿Ese miedo también lo han perdido los mercados?
Totalmente, y están desmontando el argumento de Syriza de que Europa pierde tanto como Grecia si se produce su salida. Tendrá un coste, sobre todo para los países del sur, pero no tan alto. Ahora mismo Europa puede asumir una salida y Grecia también la asumiría aunque con mayores dificultades. La pregunta es por qué sufrir y provocar tanto dolor a una población cuando no hay un problema objetivo que no se pueda resolver.