Aunque la mayor parte de los expertos consideraba que el mercado sobrerreaccionaba ante la desaceleración del gigante asiático, el hundimiento del crudo y el incierto camino del ciclo alcista de la Reserva Federal (Fed), lo cierto es que los peores fantasmas de la crisis hicieron acto de presencia y la recesión de la economía global […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2016
Aunque la mayor parte de los expertos consideraba que el mercado sobrerreaccionaba ante la desaceleración del gigante asiático, el hundimiento del crudo y el incierto camino del ciclo alcista de la Reserva Federal (Fed), lo cierto es que los peores fantasmas de la crisis hicieron acto de presencia y la recesión de la economía global se vio como algo tangible, de nuevo pendientes del tambaleante sector financiero acosado aún por la dudosa calidad de sus activos, a la que se suma ahora el impacto de la sangría del ‘oro negro’ en las endeudadas compañías energéticas.
Sin embargo, una vez más, los bancos centrales salieron a escena. Inversores y gestores se ‘creen’ el compromiso de las autoridades chinas con sus objetivos de crecimiento; el Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a rearmar su bazuca de estímulos; mientras la macro se estabiliza, Yellen apenas apunta a dos subidas de tipos y el Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) posiblemente implemente nuevas medidas de apoyo económico.
Ahora bien, no son pocos los que advierten que el daño sufrido por la confianza inversora ha sido fuerte, que el crecimiento será débil y, por tanto, muy susceptible a cualquier shock. Y, lo que es más importante, comienza a haber dudas sobre la eficacia y los límites de las autoridades monetarias para respaldar la actividad por sí solas.
En este contexto, Amundi Asset Management ‘revisita’ los once principales riesgos para el mercado, su probabilidad y, sobre todo, su impacto.
"¿Qué pasa si la Fed se ha equivocado? Probabilidad 15%" Desde su punto de vista "no hay una necesidad de cualquier tipo de normalización de la política monetaria en este momento". Advierten que Yellen debe evitar errores de comunicación, pues los mercados "podrían reaccionar mal si los tipos suben de forma prematura o sin justificación sólida". Bolsa y emergentes serían los más perjudicados; el euro se debilitaría y se ampliarían spreads y tipos entre Europa y Estados Unidos, "argumentos a favor de los activos de riesgo del Viejo Continente".
"Un ‘aterrizaje forzoso’ de China. Probabilidad 20%". La cuestión, consideran, no es si el crecimiento potencial del gigante asiático se reduce, esto ya es un hecho, sino si experimentará una crisis económica a gran escala, contracción que se sumaría a la a larga lista de presiones deflacionistas globales. La materialización de este riesgo tendría un impacto muy negativo y su ‘efecto cascada’ sería especialmente desastroso en todos los activos.
"Colapso del crecimiento mundial. Probabilidad 15%". La firma se reconoce menos optimista que el consenso en cuanto a las previsiones de PIB, por lo que el peligro, explican, para ellos radica en un escenario aún peor, con una dramática desaceleración, sin China como fuente de confianza, y con los países desarrollados recayendo en el debilitamiento al seguir la estela de los emergentes. Esta situación podría derivar en un regreso de la ‘guerra de divisas’ y en una huida dramática de los activos de riesgo.
"Recesión en Estados Unidos. Probabilidad 20%". Aunque en estos momentos no es una opción para estos expertos, pues creen que el PIB norteamericano alcanzará un repunte cercano al 2% este año, les preocupa el escaso margen de maniobra de la Fed. Afirman que el banco central "no se puede permitir subidas de tipos". El impacto en el mercado de la recaída estadounidense sería catastrófico: "Europa a pesar de estas más sana no se salvaría".
"Fuerte devaluación del yuan. Probabilidad 10%". Subraya Amundi que China "ha demostrado claramente su voluntad de estabilizar la divisa", por lo que es un riesgo moderado, pero con un daño potencial muy elevado, pues de materializarse golpearía fuerte al euro y a la economía del Viejo Contiente.
"Continua desaceleración de los emergentes (más caídas de las materias primas). Probabilidad 20%". La situación se ha complicado para estas economías, que han estado bajo presión desde que la Fed pusiese fin a sus programas de flexibilización cuantitativa (QE). Sólo Asia había ‘capeado el temporal’ y ahora con China en duda, las previsiones están siendo continuamente revisadas a la baja. Este escenario, explica la firma, "sería una confirmación del actual, sólo que peor" y habría que buscar refugio el activos desarrollados y seguros.
"Una nueva crisis en Europa. Probabilidad 5%". La tarea ahora es responder a desafíos como el déficit gubernamental, la falta de coordinación y supervisión de las políticas presupuestarias, las diferencias de competitividad entre los países, la naturaleza inacabada del mecanismo destinado a apoyar a los países en apuros y la falta de conciencia de la interdependencia de los estados miembros. En definitiva, "la ilusión de convergencia" debe hacerse real. Aunque es poco probable, este escenario tendría impactos negativos bien conocidos: ampliación de los diferenciales soberanos y de crédito, aumento de la volatilidad… y quizá salida de algún miembro del euro.
"Crisis de liquidez. Probabilidad 20%". La escasez de liquidez ante las restricciones regulatorias, las políticas monetarias implementadas, la reducción de las operaciones de creación de mercado, etc. han derivado en que ahora el cierre de una posición o una cartera requiere más tiempo que antes de la crisis, en concreto, según el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) siete veces más.
"Los mercados financieros calculan mal las previsiones de tipos a largo plazo. Probabilidad 70%". La economía global se desacelera y los bancos centrales siguen adelante con sus medidas acomodaticias: "Hay razones poderosas para que los tipos se largo plazo se mantengan bajos" lo que contrasta con un consenso demasiado optimista en cuanto al crecimiento, sobre todo en Estados Unidos.
"Riesgos políticos y geopolíticos. Probabilidad 70%". Siria, los flujos migratorios, la corrupción, el terrorismo… "No hay duda de que habrá picos regulares de tensión y volatilidad. Los riesgos, no obstante, están claramente identificados y especificados, pero ¿serán suficientes para afectar a las perspectivas de crecimiento y los mercados? No hay nada seguro".
"Brexit. Probabilidad 50%". Para Amundi la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) "no afectaría demasiado a la segunda, económicamente hablando (sí a lo más relacionados con el país como Irlanda, Luxemburgo, Bélgica, Suecia, Malta y Chipre)". Pero, existe el riesgo de que otros quieran seguir su ejemplo. Las consecuencias serían un debilitamiento de la libra y del PIB a largo plazo.