El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido sin cambios los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%. En la rueda de prensa posterior a la reunión, Draghi ha querido dejar claro que la política monetaria monetaria del BCE ha sido fundamental para la economía y los mercados. "Espero que la recuperación económica se […]
Dirigentes Digital
| 05 mar 2015
El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido sin cambios los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%. En la rueda de prensa posterior a la reunión, Draghi ha querido dejar claro que la política monetaria monetaria del BCE ha sido fundamental para la economía y los mercados. "Espero que la recuperación económica se fortalezca gradualmente", ha explicado, transmitiendo el mensaje de que la demanda doméstica también se verá favorecida por las medidas monetarias.
En sus previsiones económicas, el organismo calcula que el PIB de la eurozona crecerá el 1,5% en 2015, medio punto por encima de la anterior previsión, gracias en parte al positivo impacto de la caída del precio del petróleo. Para 2016, el organismo estima un crecimiento del 1,6%, para tomar impulso un año después al crecer un 2,1% en 2017. Por su parte, las expectativas de inflación se mantienen bajas. Del 0,0% en 2015, del 1,5% en 2016 y del 1,8% en 2017, más cerca del objetivo del 2% establecido por el BCE.
Grecia ha ocupado buena parte de las preguntas de los periodistas presentes en la rueda de prensa de Draghi. Ante la evidente preocupación por la situación del país heleno, el presidente del BCE ha asegurado de forma rotunda que "lo único que podemos hacer es mantener la solvencia de los bancos griegos". Draghi ha explicado que hasta la aprobación formal del programa de asistencia no puede utilizar la deuda griega como colateral de la inyección de liquidez, explicando que el Eurosistema ya tiene un 33% de la deuda, límite para hacer compras. Draghi quiso, sin embargo, dejar clara la ayuda que el organismo ya ha prestado a Atenas, recordando que ya ha prestado 100.000 millones de euros al país, duplicando sus préstamos en el último mes.
Reacción de los mercados
Sólo con la "esperanza" del programa de compra de deuda y su posterior anuncio los mercados se encuentran ya en récords: euro en mínimos de 2013, deuda europea en niveles mínimos históricos, al igual que el Euríbor, y Bolsas en claro ascenso (a pesar de los tropiezos en forma de incertidumbre griega). Tras las palabras de Draghi, la rentabilidad del bono español a 10 años cae con fuerza hasta el 1,29%.
"Desde la segunda semana de enero, los principales selectivos europeos (excluido el Ibex 35), muestran un avance ininterrumpido cercano al 20%", destaca Daniel Pingarrón, Estratega de IG. De hecho, en su opinión "las subidas conjuntas de los dos meses que llevamos de curso son, probablemente, excesivas".
En cualquier caso, considera que "los mercados seguirán adaptando sus cotizaciones a las inyecciones de liquidez durante los próximos trimestres. La relajación cuantitativa no tiene un efecto puntual sobre los precios, sino continuado. Así que todos los activos mencionados (Euro, deuda, Euribor y Bolsas) seguirán recorriendo, con mayor o menor intensidad y linealidad, la tendencia actual durante los próximos meses".
Por su parte, Link Securities añade que el programa del BCE "funcionará como ‘red de seguridad’ para los mercados de bonos y de acciones de la Zona Euro por lo que cualquier corrección de los mismos tendrá un recorrido limitado, al menos en el corto plazo".
Lo que ya sabemos del QE…
Así las cosas, los inversores recibirán al final del día nuevos "pormenores" técnicos, de ejecución y legales de su "amado" QE y Barclays prevé que las compras reales de deuda comiencen a partir de la próxima semana (o la siguiente).
Recordemos que el BCE planea "gastar" cada mes, hasta (al menos) septiembre de 2016, 60.000 millones de euros, siendo el montante total de dicho programa de 1,1 billones. Este es el "mínimo" pues la autoridad monetaria explicaba en enero que sus adquisiciones "se prolongarán hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la trayectoria de inflación que sea compatible con su objetivo de mantener las tasas de inflación en niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo".
Estas compras de bonos soberanos no se realizarán según acuerdos de riesgo normales del BCE, con pérdidas compartidas entre bancos centrales en proporción al tamaño de las economías. Los bancos centrales nacionales será responsables de comprar la mayor de los bonos y cubrirán 80% de las posibles pérdidas. Los expertos de Pictet señalan que "en nuestra opinión, esta concesión al Bundesbank alemán es una preocupación, pues el reparto de riesgos completo habría sido más eficaz".
En lo que respecta a los países que entrarán en el programa, Javier Urones, analista de XTB, dudaba tras anunciarse el programa que la compra de deuda se realice solo sobre categorías de "grado de inversión", ya que "si esto se cumple, tanto Chipre como Grecia no se verían beneficiados", por lo que recordaba que Draghi también se ha mostrado flexible en este sentido.
¿A quién comprará el BCE?
Para Barclays, los inversores con "sede" en la Zona Euro, ya sean bancos u otros gestores, en el mejor de los casos, probablemente aprovechen las compras del BCE para "reequilibrar sus carteras dentro del universo de los bonos soberanos, es decir, bajar la escala de crédito o ampliar el espectro de madurez", pero no se convertirán en una "fuente neta significativa de ventas" para la autoridad monetaria desde el principio.
La firma espera que sean los inversores internacionales, "no domésticos", de fuera de la Zona Euro, los principales vendedores de bonos soberanos al BCE, al menos, en las primeras etapas del QE. Estos, explica, "tienden a ser más oportunistas y flexibles en su capacidad para diversificarse en bonos más seguros en otras monedas", como los treasuries estadounidenses o los gilts británicos.
En este contexto, "siempre y cuando" las condiciones económicas y regulatorias de la región cambien a favor de un incremento de los préstamos bancarios y de un aumento notable de la demanda de crédito, los bancos "podrían considerar la venta de sus bonos soberanos al BCE de forma más activa en momentos posteriores al programa de QE", concluyen.