La grabación titulada ‘Paris s’est effondré’ o en español ‘París se derrumbó’, muestra escenas de una rueda de prensa del presidente francés François Hollande, al cual ‘explotan’ con efectos especiales. Así mismo muestran un video de la Torre Eiffel siendo derrumbada. En la grabación un miembro del Estado Islámico asegura: "realmente lo que queremos, Insha […]
Dirigentes Digital
| 20 nov 2015
La grabación titulada ‘Paris s’est effondré’ o en español ‘París se derrumbó’, muestra escenas de una rueda de prensa del presidente francés François Hollande, al cual ‘explotan’ con efectos especiales. Así mismo muestran un video de la Torre Eiffel siendo derrumbada. En la grabación un miembro del Estado Islámico asegura: "realmente lo que queremos, Insha Allah (si Dios quiere), París antes que Roma y antes de Al Andalus". En el vídeo se amenaza también a los países que están participando en los bombardeos a Siria.
Mientras, las autoridades turcas han arrestado a un hombre belga de origen marroquí que podría estar involucrado en los atentados perpetrados por el Estado Islámico la semana pasada en París.
Según un alto funcionario turco, Ahmet Dahmani, de 26 años, fue arrestado en un lujoso hotel en la ciudad costera de Antalya después de viajar desde Amsterdam el 14 de noviembre. Según explica Reuters, se ha detenido a otros dos sospechosos. Sin identificar a sus fuentes, la agencia de noticias turca Dogan dijo que Dahmani había estado identificando los blancos de los atentados en París, y que los otros dos hombres, ambos sirios, fueron detenidos bajo sospecha de que planeaban ayudarlo a cruzar de forma segura a Siria.
"Creemos que Dahmani estuvo en contacto con los terroristas que cometieron los ataques de París. La investigación continúa", dijo el representante del gobierno. Las fuerzas de seguridad lo arrestaron porque creyeron que era un activista de Estado Islámico que se preparaba para cruzar ilegalmente la frontera entre Turquía y Siria, ha afirmado el funcionario.
Europa en guerra
El Viejo Continente ha sufrido en los últimos años atentados yihadistas. Madrid, Londres y Francia sufrieron ataques, pero por primera vez un grupo coordinado desde Siria por el Estado Islámico ha atentado en territorio europeo. El presidente François Hollande ha declarado que el país se encuentra en guerra. Francia pretende coordinar una coalición junto a Rusia y Estados Unidos para lanzar una ofensiva contra los yihadistas en Siria. Mientras, la Organización de Coordinación para el Análisis de la Amenaza indicó en un comunicado que "el nivel de alerta terrorista ha pasado a nivel 4, muy grave, para la región de Bruselas".
Francia ha sufrido el mayor ataque en su territorio desde la II Guerra Mundial. El país continúa en estado de shock pasado una semana de los atentados en París, donde fallecieron más de 130 personas y más 350 personas heridas en un ataque en cadena. Por si fuera poco durante la semana la capital gala ha revivido la pesadilla. El martes se volvió a congelar la ciudad con la espectacular operación policial para dar caza a los terroristas en el barrio de Sant-Denis. Y ayer los yihadistas volvían a golpear a Francia de manera indirecta con el asalto del hotel Radisson en Bamako, Mali, donde el ejército francés tiene desplegado más de 3.500 militares.
Francia ha respondido declarando la guerra al grupo terrorista Estado Islámico (EI). La respuesta ha sido rápida. Se han intensificado los bombardeos en el bastión yihadista de Raqqa en Siria y ha comenzado a establecer contactos políticos para organizar una coalición internacional para eliminar al EI en su territorio, en Irak y Siria, donde se han hecho fuertes aprovechando el vacío de poder en ambos países. El Ejecutivo francés quiere prorrogar el estado de emergencia durante tres meses, ha reforzado la fronteras, multiplicado las fuerzas de seguridad en el terreno y dotado a los servicios sanitarios de emergencia de antídotos ante posibles ataques químicos.
Las intervenciones públicas de Hollande y Valls han estado marcadas durante toda la semana por un llamamiento beligerante contra los terroristas. Y han advertido que el país sigue en riesgo, temen más atentados como los de hace una semana, y mucho peores. El primer ministro Manuel Valls ha advertido que es posible que sean atacados con armas químicas o bacteriológicas. Pocos mensajes de calma o reconfortantes para los ciudadanos y es que les está preparando para una "larga guerra".
Los atentados han puesto a todos los países europeos y Estados Unidos en alerta máxima. Se han suspendido partidos de fútbol, se ha elevado las medidas de seguridad y se ha instalado cierto nivel de paranoia con desalojos multitudinarios por falsas alarmas.
Rusia, aliada
Los efectos de los ataques han traspasado las fronteras francesas y han movido el tablero geopolítico. Siria desde hace meses era el foco de preocupación pero solo Rusia tenía un plan claro para el país, en contra del resto de potencias. Mantener en el poder a Bachar Al Asad y terminar con los terroristas eran su objetivo principal. Francia ha encontrado en Putin un aliado antinatural, pero ha sido el primer país en coordinar fuerzas sobre el terreno. Hasta el momento, Estados Unidos, Reino Unido, Francia con el apoyo de varios estados arábes, incluido Turquía estaban interviniendo contra el ISIS, las siglas en inglés del EI, solo en Irak. Hollande ha anunciado que en los próximos días se reunirá con Obama y Putin para consolidar un frente común. Francia abre la puerta a que haya una resolución de Naciones Unidos que autorice una intervención militar a gran escala en Siria. Algo a lo que se han mostrado reticente tanto Washington como Londres.
La reacción francesa incomoda a la mayoría de socios comunitarios. Hollande ha apelado al Tratado de Lisboa para recabar apoyos a sus vecinos europeos. Pero en algunos casos el problema del terrorismo yihadista no es tan grave y para otros, como es el caso de España y Alemania, una intervención militar incomoda en su estrategia antiterrorista, por no hablar de que supone en época electoral.
Ambos países no quieren ni oír hablar de guerra, Hollande todavía no ha hecho una propuesta firme a sus socios europeos para prestar apoyo militar, pero estarían más cómodos con relevar a las tropas francesas en África para descargar a Francia en una intensificación de ataques contra el Estado Islámico que con una intervención directa en Siria.
Fricciones en los socios europeos
Los atentados han creado fricción entre los 27. Para Francia se ha producido negligencias por parte de algunos de sus socios con el control de sus respectivas fronteras, empezando por Bélgica y terminando por Grecia. La investigación policial ha revelado que los ataques se realizaron por ciudadanos franceses, de los que la mayor parte residían en Bélgica, en el barrio bruselense de Mobereek, un nido de yihadistas, según las fuerzas de seguridad francesas.
El ataque a la revista Charlie Hebdo también tenía conexiones con este lugar y el grupo de terrorista salió de él. Varios de los yihadistas pasaban de un país a otro sin problema, y lo que es peor, retornados de Siria no encuentran mucha dificultad en instalarse en Bélgica. Abdelhamid Abaaoud, el presunto cerebro del ataque, se paseó libremente por varios países europeos estando fichado por la Policía como un delincuente peligroso por su vinculación con el EI. Estuvo varias veces en Siria, volviendo por Turquí y Grecia.
Siendo de los terroristas más buscados en Europa, en la base de datos de las fuerzas de seguridad francesa constaban que se encontraba en Siria por los fallos belgas. De momento, los ministros europeos del Interior han acordado revisar el acuerdo Schengen para reforzar las fronteras y han planteado la creación de un FBI en Europa.