Más allá de los imponderables que nos guarda el futuro, lo cierto es que enero nos ha "liberado" ya de dos de las principales incertidumbres del año: Mario Draghi y sus "chicos" adquirirán activos hasta 2016, con el objetivo de controlar los precios e impulsar el crecimiento, y Atenas ya tiene un nuevo mandatario, llamado […]
Dirigentes Digital
| 27 ene 2015
Más allá de los imponderables que nos guarda el futuro, lo cierto es que enero nos ha "liberado" ya de dos de las principales incertidumbres del año: Mario Draghi y sus "chicos" adquirirán activos hasta 2016, con el objetivo de controlar los precios e impulsar el crecimiento, y Atenas ya tiene un nuevo mandatario, llamado Alexis Tsipras.
Muchos son los detalles que aún quedan por desvelarse de estos dos acontecimientos, pero, al menos el primer impacto, ya queda atrás… Ahora, el mercado mira a la posible subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos, a la evolución de los precios del crudo (o de las materias primas en general) y le toma el pulso a una economía global en constante entredicho.
Con todo, Franck Nicolas, estratega jefe de inversión y de soluciones para clientes de Natixis Asset Management, mantiene que "las perspectivas de una recuperación cíclica mundial a principios de 2015, junto con el QE del BCE, apoyan nuestra posición sobreponderada en activos de riesgo".
En concreto, la firma mantiene "una visión positiva en los bonos europeos, dada la débil dinámica de crecimiento y los riesgos deflacionistas que obligan a la autoridad monetaria a aumentar su apoyo a la renta fija. La fuerte corrección de los precios del petróleo reducirá aún más las expectativas de inflación a nivel mundial".
Por tanto, añade este experto, "incluso en Estados Unidos, los rendimientos de los bonos a largo plazo podrían comprimirse aún más. Por el contrario, somos menos optimistas en el extremo corto de la curva estadounidense, dados los fundamentos sanos de la economía del país".
Por otra parte, en un mercado "conducido" por el fuerte descenso del crudo y el riesgo político en la Eurozona, su recomendación en renta variable pasa por las pequeñas empresas de esta región y Wall Street, cuyas valoraciones podrían beneficiarse por la subida del dólar.
Finalmente, Nicolas apunta a que se mantendrá el fortalecimiento del billete verde con respecto al euro y, en lo que respecta a las materias primas, destaca el mal comportamiento de los metales industriales (ante las preocupaciones por el crecimiento global), y el repunte del oro, que se ve "impulsado" por un entorno más incierto.