Volkswagen, la segunda automovilística más grande del mundo, ha estado en el ojo del huracán esta semana después de admitir las denuncias que llegaban desde la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos de la manipulando deliberadamente en las pruebas de emisiones. La autoridades amenazan con multar […]
Dirigentes Digital
| 28 sep 2015
Volkswagen, la segunda automovilística más grande del mundo, ha estado en el ojo del huracán esta semana después de admitir las denuncias que llegaban desde la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos de la manipulando deliberadamente en las pruebas de emisiones.
La autoridades amenazan con multar a la empresa con 18.000 millones de dólares ante la manipulación de las emisiones, pero el mercado está ahora especulando acerca de hasta dónde podrían llegar las consecuencias, como la prohibición de ventas de vehículos de la marca a largo plazo en Estados Unidos o la posibilidad de que otros países investigarán el asunto y podrían revelar denuncias de fraude similares.
El caso está llamando la atención de los inversores del resto de la industria, con los homólogos de Volkswagen ahora bajo sospecha de utilizar el mismo método para engañar a las autoridades y consumidores.
Las acciones de Volkswagen han caído más de un 30% y sus bonos senior y perpetuos también han estado sujetos a una fuerte presión vendedora. Los bonos senior de la compañía son Aa3 y A, calificados por Moody’s y S&P respectivamente, mientras que los bonos perpetuos tienen un rating de "Baa1" y "BBB+".
Los inversores temen que las repercusiones financieras del escándalo de las emisiones que está protagonizando la compañía puedan conducir a Volkswagen a una degradación mayor por parte de las agencias de calificación, lo que podría a su vez dejar a los bonos perpetuos sin su estatus de grado de inversión.
Tal como están las cosas, sin embargo, esto requeriría una rebaja de tres escalones. No obstante, creemos que es poco probable este resultado dado el alcance actual de los daños financieros (puede que el alcance de las sanciones esté nivelado, aunque el futuro sigue siendo altamente incierto).
De cara al futuro, la gran pregunta sin respuesta es si se trata de un problema de Volkswagen aislado o es una práctica que ha estado realizando toda la industria. Si fuera la segunda opción, sería una buena noticia para los inversores de Volkswagen ya que las consecuencias de reglamentación serían compartidas por todo el sector.
Por otra parte, los inversores están esperando a saber si las acusaciones podrían traspasar las fronteras de Estados Unidos, en cuyo caso el impacto financiero de repente pasaría a ser mucho más incomprensible y el impacto financiero de la empresa mucho más incierto.
En este punto, el mercado parece muy oscuro, y como resultado, los inversores no están perdiendo tiempo a la hora de marcar a la baja los bonos y fijando los precios en medio de la incertidumbre.
La emisión de bonos perpetuos de la compañía en euros con la primera opción call de redención en 2026 y un cupón del 4,625% se ha reducido desde niveles de 103 hasta 90, lo que corresponde a un rendimiento efectivo del 5,9%. El bono perpetuo potencialmente más corto con la primera opción call de redención en 2021 se ha reducido de un precio de 102 a un precio de 93, lo que equivale a un rendimiento del 5,1%.
Michael Boye, experto en renta fija de Saxo Bank.