Varias zonas de Chile sufrieron el pasado mes de marzo los efectos devastadores de unas lluvias torrenciales. El temporal dejó pueblos incomunicados o viviendas destrozadas. Además, se calcula que 14 personas fallecieron mientras que otras 20 continúan desaparecidas. El panorama más desolador se puede ver en las regiones de Atacama, Coquimbo y Antofagasta que además […]
Dirigentes Digital
| 08 abr 2015
Varias zonas de Chile sufrieron el pasado mes de marzo los efectos devastadores de unas lluvias torrenciales. El temporal dejó pueblos incomunicados o viviendas destrozadas. Además, se calcula que 14 personas fallecieron mientras que otras 20 continúan desaparecidas.
El panorama más desolador se puede ver en las regiones de Atacama, Coquimbo y Antofagasta que además fue sacudida por un sismo de magnitud 5,8 en la escala de Richter. Además, los datos del Gobierno apuntan a que 14.000 viviendas sufrieron daños mientras que un gran número de personas sobreviven sin agua potable o electricidad. A varias semanas de la catástrofe, los analistas de BBVA Research han hecho un balance con los efectos económicos que el temporal ha tenido en la zona.
En concreto, la entidad estima "los impactos del desastre en los indicadores sectoriales agregados no serán homogéneos, concentrándose los mayores efectos en la actividad minera y en la construcción, sectores que están sobrerrepresentados en la región en relación con su tamaño".
Región minera
El sector minero tiene un fuerte peso en la economía de Chile. Pero, en concreto, las regiones afectadas por el temporal viven principalmente del sector. Durante 2013, la región de Atacama representó el 2,5% del PIB nacional, con una producción de 7.272 millones de dólares, según apuntan desde BBVA Research.
Además, el 43% del PIB de la región es generado por la minería, seguido por el sector construcción donde se genera 29% del valor agregado regional. Con participaciones muy inferiores, a estos sectores les siguen el comercio (5,4%) y transportes y comunicaciones (4,2%).
A pesar de tener una baja incidencia en la actividad nacional, los analistas de la entidad apuntan que la región generó el año 2013 un 10,1% del PIB del sector minero y un 10% del valor agregado del sector construcción, por lo que al menos en estos dos sectores los efectos de una paralización de las actividades como la que está ocurriendo, puede tener efectos relevantes.
Por lo tanto, el estudio estima que las inundaciones del norte tendrán un impacto negativo máximo de 0,6 puntos en el crecimiento interanual del IMACEC de marzo y de 0,2 puntos en el IMACEC de abril.
Efectos positivos de cara al futuro
Pero no todo es negativo. El informe destaca que, como es habitual, "la reconstrucción posterior tendrá efectos positivos sobre la actividad regional, de manera que no vemos riesgos de cumplimiento de nuestra estimación de crecimiento para el año de 3,1%".
Por otra parte, BBVA también establece una aproximación a los efectos sobre la inflación que sería de "entre 0,12% y 0,14% en 2015 y 2016.