Oficialmente la compañía mantiene su compromiso de salir a bolsa antes de finalizar el año y de seguir con sus planes de crecimiento. Pero las irregularidades detectadas por PwC en sus cuentas han terminado por trastocar los planes de Carbures para debutar en el Mercado Continuo. Fuentes cercanas de la compañía admiten que será difícil cumplir con los plazos previstos inicialmente para salir del MAB. Tras conocerse las discrepancias con el auditor, el propio consejero delegado de la compañía, Eduardo Contreras, reafirmó las intenciones de dar el salto a bolsa parece complicado que sea antes de finalizar el ejercicio, tal como estaba previsto. La propia empresa admitió que los trabajos del auditor se podían prolongar seis semanas desde que se anunciaron los problemas.
Las acciones de la compañía llevan suspendidas de cotización desde el pasado ocho de octubre y no volverán a salir al mercado hasta que no se clarifique la situación de la compañía. El auditor pone en duda los ingresos obtenidos durante 2013 en relación con tres
empresas vinculadas a Carbures, al considerar que se han producido dentro del propio perímetro contable de la compañía. La limita el impacto en 11,5 millones sobre la cifra de negocio y en 9 millones sobre el resultado de las operaciones antes de impuestos. Si PwC confirmara el peor escenario posible situaría el ejercicio del año pasado en números rojos. Además, el auditor también está analizando los ingresos y del margen de beneficio asociado al contrato firmado con Shenyang Hengrui&Exp, que ha aportado en el primer semestre de este año 19,6 millones de facturación.
Las conjeturas ponen el riesgo las proyecciones del ambicioso plan de negocio que presentó en marzo, antes del escándalo de Gowex, que prevé para este año una facturación de 162 millones y 7 millones de beneficios. Carbures tenía previsto multiplicar por tres el negocio y por siete los beneficios en dos años. Una parte clave para alcanzar los objetivos pasar por elevar el endeudamiento en 180 millones para asegurar el ritmo de crecimiento. La actual situación complica cerrar la financiación. Carbures pretendían emitir deuda por 50 millones y ampliar capital por 60 millones. Cosa que en las actuales condiciones sin esclarecerse la cuentas parece difícil que encuentre abierto el mercado.
Pero antes la compañía tenía previsto acordar un préstamo con varias entidades de 70 millones. Los bancos han paralizado la operación, aseguran fuentes cercanas conocedoras de la situación.
Desde la compañía afirman que están trabajando para aclarar las cuentas de la compañía lo antes posible. La suspensión de los títulos no les preocupa, ya que la propia entidad la solicitó para trabajar "con mayor tranquilidad y para proteger a los accionistas". Aseguran que la actividad de la compañía sigue a pleno rendimiento en los siete países donde opera. Carbures se ha convertido en proveedor estratégico de Airbus para piezas de fibra de carbono y recientemente, ha aportado su tecnología para la ampliación del puerto marítimo de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, con pilares de materiales compuestos, más resistente que el hormigón y menos pesado.