Los inversores no van a dar los cien días de cortesía al nuevo Gobierno de Grecia para comenzar a valorar la gestión. El dinero es tan miedoso que incluso antes de que se produjeran las elecciones y antes de que el Ejecutivo de Tsipras anunciara las primeras medidas inmediatas antiausteridad, hasta 11.000 millones salieron de […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2015
Los inversores no van a dar los cien días de cortesía al nuevo Gobierno de Grecia para comenzar a valorar la gestión. El dinero es tan miedoso que incluso antes de que se produjeran las elecciones y antes de que el Ejecutivo de Tsipras anunciara las primeras medidas inmediatas antiausteridad, hasta 11.000 millones salieron de depósitos bancarios de entidades griegas, entre el 19 y el 23 de enero.
En noviembre de 2014, los bancos griegos mantenían en sus balances 164.000 millones de euros en depósitos. Desde entonces, esta cifra se ha reducido en un 8,5%, por debajo de los 151.000 millones registrados en los peores momentos de 2012, informa Bloomberg, la situación es peor a la que sufrió el país en 2012.
Varias firmas de inversión interpretan que todo el capital está saliendo de las fronteras griegas o se está guardando debajo del colchón, ante el temor de un corralito financiero. Algunos medios griegos informan que en los cajeros hay limitaciones para sacar dinero. La situación puede desembocar en la padeció Chipre el año pasado, cuando al Gobierno no le quedó más remedio que levantar un corralito financiero para evitar la quiebra de sus bancos. Se limitó las salidas de capital del país.
Los bancos helenos sufren un doble castigo, por un lado la fuga de capitales, y por otro la caída en picado en bolsa. Ayer el principal índice griego se desplomó un 9%, y las entidades financieras han perdido la mitad de su capitalización en tres sesiones. Eurobank pierde más del 40% desde el pasado lunes; Banco del Pireo un, un 51%; Alpha, un 42% y National Bank of Greece el 49,70%.
Hoy están teniendo un respiro. El ASE de Atenas sube por encima del 1,5% y los bancos suben entre un 5% y 10%. La agencia Standard & Poor’s ha mandado un serio mensaje al ejecutivo, "las políticas adoptadas por el nuevo ejecutivo son incompatibles con el marco de políticas acordadas.Si no logra alcanzar un acuerdo con sus acreedores para obtener un respaldo económico, se debilitaría la posición financiera del país".
Los bancos y el Banco Central de Grecia ya pidieron ayuda al BCE por los problemas de liquidez a los que se iba a enfrentar el sistema como medida preventiva. Hasta que el nuevo Gobierno comience a negociar las condiciones de su deuda con la troika, los mercados están poniendo en jaque las finanzas griegas.