El organismo presidido por Mario Draghi no ha querido confirmar la información que apunta a que 25 entidades suspenderán las pruebas, ya que los resultados se conocerán el próximo domingo. Sin embargo, los bancos ya han empezado a recibir los datos, por lo que resultaba lógico que haya filtraciones. El BCE ya se adelantó el […]
Dirigentes Digital
| 24 oct 2014
El organismo presidido por Mario Draghi no ha querido confirmar la información que apunta a que 25 entidades suspenderán las pruebas, ya que los resultados se conocerán el próximo domingo. Sin embargo, los bancos ya han empezado a recibir los datos, por lo que resultaba lógico que haya filtraciones.
El BCE ya se adelantó el pasado miércoles a esta posibilidad al lanzar un mensaje claro al mercado: "los resultados no serán definitivos hasta que sean considerados por el Consejo de Gobierno del organismo el domingo 26 de octubre, y se publicarán a continuación. Hasta entonces, cualquier información que aparezca en los medios de comunicación sobre el resultado de las pruebas será, por naturaleza, sumamente especulativa".
A pesar de los esfuerzos, el rumor ha provocado que todas las miradas se giren hacia ciertas entidades cuestionadas desde hace tiempo. Aunque la percepción sobre la banca alemana había mejorado en las últimas semanas, todavía había quien apuntaba a Deutsche Bank como uno de los 25 damnificados en las pruebas. Sin embargo, y según fuentes de Bloomberg, la entidad germana pasará el test de estrés con un ratio de capital sobre el 8,8% en el escenario estresado y en el entorno del 12,6% en el escenario base.
Las entidades que no alcancen las ratios mínimas de capital exigidas en las pruebas dispondrán de dos semanas para elaborar y enviar a los supervisores un plan de recapitalización, en el que deben detallar todas las medidas para resolver este déficit de solvencia. Entre ellas, los medios internacionales han señalado esta semana a Monte Paschi, Banca Carige y el irlandés TSB Group.
De momento, la banca española se libra de la quema de los analistas. BofA Merrill Lynch ha sido una de las últimas en publicar sus previsiones sobre las pruebas, estimando que las entidades nacionales necesitarán finalmente provisionar unos 3.300 millones de euros, una cifra soportable para unos bancos que, a juicio de los expertos, aprobarán el examen incluso en el escenario más adverso. La firma señala a Popular como la entidad que más provisiones necesitará, cifrándolas en 2.301 millones de euros para alcanzar un eventual requerimiento de cobertura de los activos dudosos del 49%.
Más allá de los resultados finales, los expertos coinciden en que lo más importante es que estas pruebas suponen el principio de un nuevo BCE que, ahora sí, empezará su función de supervisor único de toda la banca de la región. "El organismo se juega su reputación", recordaba el profesor del IEB Henrique Pérez Hernández en una reciente presentación.
A su juicio, todas las entidades españolas deberían pasar el test sin problema, pues la mayoría están cumpliendo con la exigencia de capital Tier1. Sin embargo, no descartaba algún déficit de provisiones manejable ya que, pese al fuerte ejercicio de saneamiento de los últimos años, el crédito inmobiliario sigue pesando, y mucho, en los balances. "Habrá que comprobar si la garantía de la cobertura está actualizada y se ajusta a la realidad del mercado", explica.