La OPV de Aena entra en su tramo final y aunque falta conocer las cifras finales todo apunta que la demanda de los inversores minoritarios situará el precio de salida en la parte alta de la horquilla de precios. Este miércoles es posible solicitar entrar el accionariado de Aena. La inversión mínima son 1.500 euros […]
Dirigentes Digital
| 02 feb 2015
La OPV de Aena entra en su tramo final y aunque falta conocer las cifras finales todo apunta que la demanda de los inversores minoritarios situará el precio de salida en la parte alta de la horquilla de precios. Este miércoles es posible solicitar entrar el accionariado de Aena. La inversión mínima son 1.500 euros y el máximo son 200.000. A cambio, Aena ofrece un dividendo del 50% del pay-out.
El calendario para los inversores se va acercando a su final, que será el próximo día 11 cuando está previsto que Aena salte al parqué. Hoy se conocerá el precio máximo para los minoristas. A partir de mañana y hasta el próximo día 6 se podrán realizar las solicitudes vinculantes para comprar títulos de Aena.
La demanda para entrar en esta salida a Bolsa ya ha superado la oferta lo que indica que el gestor aeroportuario probablemente acaba saliendo a Bolsa en la parte alta de precios de la horquilla marcada en el folleto entre los 43 euros y los 55 euros. Un hecho que podría poner en aprietos al denominado núcleo fuerte compuesto por Ferrovial, Corporación Financiera Alba y el Fondo TCI.
¿Y el núcelo duro?
A finales del año pasado se desarrolló el proceso para conseguir crear un núcleo de inversores que diera estabilidad al valor. En ese momento, las ofertas de Ferrovial, Alba y TCI fueron las elegidas para tener el 21% de Aena, con un plazo de inversión de un año. Ahora esto puede peligrar. Ferrovial ofreció 48 euros, TCI apuntó 51,6 y Alba llegó a los 53,3. Dependiendo del precio de salida que se marque es posible que alguno se quede fuera del accionariado.
Hasta el día 8 de febrero Aena tiene de plazo para realizar el prorrateo al que se ha visto obligada por la elevada demanda existente. Según anunció la empresa a los dos días de comenzar la colocación, ya había llegado a cubrir la oferta del tramo particular e institucional.
En esta privatización descafeinada, el Estado se queda con el control de la compañía al mantener un 51% del capital social de la misma. Así las cosas, en el mercado se pondrá a la venta el 28% del capital social de la compañía. En una operación en la que el Gobierno ha querido minimizar los posibles riesgos de una operación colocada entre minoristas como ocurrió en el caso de Bankia.