El proyecto de ley está formado por 246 páginas, que incluyen las normas que rigen el acceso a las fuerzas policiales británicas del MI5, MI6, GCHQ y de comunicaciones. Ahora, los diputados tendrán dos semanas para examinar los complejos contenidos, antes de su debate en la Cámara de los Comunes. Además, los funcionarios de inmigración […]
Dirigentes Digital
| 09 mar 2016
El proyecto de ley está formado por 246 páginas, que incluyen las normas que rigen el acceso a las fuerzas policiales británicas del MI5, MI6, GCHQ y de comunicaciones. Ahora, los diputados tendrán dos semanas para examinar los complejos contenidos, antes de su debate en la Cámara de los Comunes.
Además, los funcionarios de inmigración pueden obtener una autorización en caso de sospecha de un delito grave. Para la ministra británica de Asuntos Exteriores, Theresa May, es un proyecto "vital", que presenta varias medidas de seguridad que no habían estado presentes en el proyecto anteriores.
"Esta es una legislación vital y estamos decididos a hacerlo bien. El proyecto de ley revisado que introdujimos refleja la mayoría de las recomendaciones de los comités – hemos reforzado las garantías, mejorado la protección de la privacidad y reforzado los mecanismos de supervisión", explicó May, para quien los terroristas y criminales están operando en Internet y tiene que garantizar que los servicios de policía y de seguridad puede seguir "el ritmo del mundo moderno y seguir protegiendo al público británico de las graves amenazas a las que nos enfrentamos".
Críticos con el plan
Al proyecto no le faltan los críticos, que van desde defensores de los derechos civiles a las empresas de tecnología. Estos apuntan a que el gobierno ignora quejas en áreas clave como la recogida de los datos personales, los registros de conexión a Internet y el cifrado.
Otros atacan la forma en la que el proyecto fue redactado, diciendo que es demasiado opaca y de las prisas de los ministros para convertirla en ley antes de finales de año.
Para Anne Jellema, directora ejecutiva de Web Foundation, un grupo creado por el pionero de Internet Tim Berners-Lee, cree que aprobar una ley tan compleja en el plazo propuesto es "una bofetada en la cara a la democracia de Gran Bretaña".
En el caso de compañías como WhatsApp de Facebook y iMessage de Apple, creen que la ruptura del cifrado en los servicios de comunicaciones, haría de la legislación británica una de las más draconianas del mundo. Y además, no esconden sus temores, de que sentará precedente para países como Rusia y China.
"Hay mucho de qué preocuparse", dijo el parlamentario conservador, David Davies. "Vamos a parecer muy extraños en un año, muy resistentes en comparación con otros países que parecen estar en la otra dirección".
Aprobación del proyecto de ley
Hasta el momento, un comité de diputados aprobó el mes pasado algunos de los aspectos más polémicos del proyecto de ley y el Ministerio del Interior siguió adelante con las medidas de seguridad y esbozó una obligación legal por la que se podrían hackear las cuentas de los clientes.
"Es una zona muy difícil", dijo Peter Church, un abogado especializado en la tecnología en el bufete de abogados Linklaters. "En un entorno tecnológico que cambia rápidamente, las definiciones precisas corren el riesgo de perder su actualidad muy rápidamente".