California, declarada en estado de emergencia, está viviendo el verano más caluroso de los últimos 40 años, casi un tercio del estado está bajo la etiqueta de sequía "excepcional", el peor nivel. Esta situación afecta a zonas como la Bahía de San Francisco, Silicon Valley y tierras de cultivo en el centro del estado. La […]
Dirigentes Digital
| 03 jul 2014
California, declarada en estado de emergencia, está viviendo el verano más caluroso de los últimos 40 años, casi un tercio del estado está bajo la etiqueta de sequía "excepcional", el peor nivel. Esta situación afecta a zonas como la Bahía de San Francisco, Silicon Valley y tierras de cultivo en el centro del estado.
La sequía no solo afecta las cosechas, sino a las reservas de agua para apagar los fuegos. Dejando a un lado las causas medioambientales, a esta persistente sequía han contribuido dos cosas: la elección de productos con alta demanda de agua y el aumento de la población ? en 1970, cuando el país vivió una de las peores sequías de su historia, el número de habitantes en California era de 20 millones de personas, en estos momentos se acerca a los 40 millones.
En relación al tipo de cosechas, los agricultores de California han orientado en la última década su producción a alimentos de alto valor y elevada demanda como son las frutas de bosque o los frutos secos, especialmente las almendras, uno de los cultivos más lucrativos que existen pero también de mayor riesgo, pues requieren una inversión a largo plazo y mucho agua para dar buenos frutos. El estado de California produce el 82% de todas las almendras del mundo, una producción estimada de más de un millón de kilos en 2013 según el Departamento de Agricultura estadounidense.
La consecuencia inmediata de esta situación es y será el incremento de los precios de los alimentos. El año pasado, los precios de los vegetales subieron un 3%, las frutas un 2%. El Departamento de Agricultura espera incrementos del 4% para este año, tercero de esta prolongada sequía y si se prolongara la situación, las previsiones serían de un aumento en los precios entre el 10 y el 20% en los próximos tres años. A causa de la falta de agua, los agricultores se han visto obligados a dejar en barbecho 800.000 hectáreas, cerca del 7% de la tierra del cultivo del país. Y ello se traduce en un recorte de 20.000 empleos, muchos de ellos latinos, y unas pérdidas económicas de 1.700 millones de dólares en la región más productiva del país. Un reciente informe del Departamento de Agricultura, prevé para este año una caída del 20% en la cosecha de arroz y del 35% en algodón.
En cuanto al fuego, la temporada de incendios ha comenzado meses antes de lo habitual y se espera un mes de julio extremadamente peligroso. Históricamente, la estadística muestra cifras cada vez más tristes. Entre 1960 y 1970, hubo solo un año, 1969, en el que se quemaron más de 5 millones de acres en Estados Unidos. En la última década, esta quema masiva se produjo todos los años menos dos. El tamaño medio de un incendio en Estados Unidos es cinco veces más grande que hace 40 años.