El oráculo de Omaha falla en muy pocas ocasiones y es capaz de ver valor donde otros sólo ven problemas. Y, aunque alguna vez también falla, también es capaz de ver una inversión ruinosa desde el primer momento. Desde que perdiera 358 millones de dólares en US Airways. Tras este "susto", el multimillonario inversor decidió […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2014
El oráculo de Omaha falla en muy pocas ocasiones y es capaz de ver valor donde otros sólo ven problemas. Y, aunque alguna vez también falla, también es capaz de ver una inversión ruinosa desde el primer momento. Desde que perdiera 358 millones de dólares en US Airways.
Tras este "susto", el multimillonario inversor decidió no invertir en las múltiples ofertas públicas de venta (OPV) de aerolíneas que salieron al mercado durante los últimos diez años.
Según apunta Bloomberg, seis de las 10 OPV del sector aeronáutico en Asia están cotizando por debajo de su precio inicial. En ellas, destacan Bangkok Airways, que ha perdido el 12% desde su debut.
Las aerolíneas asiáticas, según remarca la agencia, combinan unas pérdidas de unos 1.800 millones de dólares durante el pasado año. Gran parte de estas pérdidas se deben a la gran competencia del sector. Aún así, el sector se mantiene ya que, según Boeing, la mitad del tráfico aéreo de los próximos 20 años se concentrará principalmente en Asia para lo que requerirá 12.820 aviones.
Pero el sector sigue siendo de alto riesgo para la inversión, de ahí que Warren Buffett decidiera mantenerse apartado después de su batacazo con US Airways.
"Pequeños errores"
Aunque Warren Buffett ha demostrado un gran olfato para las inversiones, sí que ha tenido algún que otro tropiezo.
El último ha sido con la cadena de supermercados británica Tesco después de que ésta cayera a su mínimo en 11 años y perdiera la mitad de su valor en bolsa. El propio Buffett reconoció que cometió un error con Tesco.
Pero, además, el pasado mes de abril, la compañía eléctrica Enerty Future Holdings, con base en Texas, se declaraba en suspensión de pagos para poder reestructurar su deuda. Esta decisión le costaba 873 millones de dólares a Buffett.