"En Argentina hacen falta poco más de un millón de viviendas y reparaciones en más de dos millones", ha advertido el presidente Mauricio Macri al presentar en Buenos Aires un plan de 700 viviendas populares que serán financiadas por el Gobierno. Los números vienen del capítulo "una casa para cada familia", que su movimiento político, […]
Dirigentes Digital
| 12 jul 2016
"En Argentina hacen falta poco más de un millón de viviendas y reparaciones en más de dos millones", ha advertido el presidente Mauricio Macri al presentar en Buenos Aires un plan de 700 viviendas populares que serán financiadas por el Gobierno.
Los números vienen del capítulo "una casa para cada familia", que su movimiento político, "Cambiemos", utilizó como pieza de la campaña hacia la presidencia argentina. La cartilla señalaba que el país tiene un déficit habitacional del 24,3%, la mitad de ese porcentaje en Buenos Aires y Santa Fe.
Para revertir ese cuadro, el partido de Macri se fijó tres objetivos:
1) Que cada familia tenga una casa donde vivir.
2) Que cada hogar cuente con servicios básicos (agua, alcantarillado, electricidad y gas).
3) "Que seas ‘dueño’ de tu hogar y que tu hogar forme parte del patrimonio familiar".
Respecto del tercer fin, la estrategia contemplaba un millón de créditos hipotecarios, una acción que ya fue lanzada en abril con la habilitación de una línea de créditos a 15 años con un costo financiero total de 5%.
Construcción y remodelación
El plan habitacional se complementa con la urbanización de asentamientos, la entrega de escrituras, la finalización de 208.000 viviendas inconclusas de la administración anterior, la construcción de 100.000 unidades por año y la remodelación de 127.000 obras.
Al volver ahora sobre esas palabras ya como presidente, Macri dijo que las cifras del déficit son "apabullantes", destacando que la crisis habitacional empeoró en los últimos quince años, cuando quedaron "muchas viviendas a medio camino o paradas".
La financiación de estas unidades se enmarca en el objetivo mayor de lograr la "pobreza cero" que se propuso como una de las metas centrales de su mandato, que se extiende hasta 2020.
Analistas consideran que estas medidas, así como otras en el orden laboral, tendrán impacto a partir de 2017. "En un año vamos a comenzar a ver los frutos de este camino que hemos empezado a recorrer", dijo el propio Macri el 20 de mayo.
Examen electoral
A cerca de seis meses de asumir la presidencia del país, el partido de Macri enfrentará en junio su primer examen electoral en la ciudad de Río Cuarto, uno de los 25 ayuntamientos más importantes fuera de Buenos Aires.
En ese distrito, donde se elige alcalde, Macri obtuvo el 70% de los votos en las elecciones generales de diciembre de 2015. Para revalidar su favoritismo, el partido del mandatario deberá vencer allí al peronismo (movimiento al que derrotó en el plano nacional).
En el tablero argentino, esa elección municipal representa la primera batalla de los partidarios del Gobierno con la mira puesta en las elecciones legislativas de 2017, que se toman como el punto de inflexión hacia la segunda mitad de su gestión.