Muchos años de experiencia, talento y pasión por la gastronomía han convertido en realidad el sueño de un joven cocinero escocés, formado en restaurantes de alta cocina de Inglaterra y Francia, y vinculado a hoteles de gran categoría en España. Junto a sus socios Lucía, Christofer y Nacho, Andy iniciaba la pasada primavera una nueva […]
Dirigentes Digital
| 13 oct 2015
Muchos años de experiencia, talento y pasión por la gastronomía han convertido en realidad el sueño de un joven cocinero escocés, formado en restaurantes de alta cocina de Inglaterra y Francia, y vinculado a hoteles de gran categoría en España.
Junto a sus socios Lucía, Christofer y Nacho, Andy iniciaba la pasada primavera una nueva andadura en su exitosa carrera, revolucionando el barrio de Chamberí con el personalísimo concepto de La Pilla. Recetas únicas en una amplia y desenfadada carta de temporada, que permite medias raciones o completas, ideales para compartir a cualquier hora del día, y dar paso, a base de sofisticados cócteles y combinados, a una animada sobremesa hasta el inicio de la madrugada.
El espacio
Situado en la calle Almagro, junto a la glorieta de Alonso Martínez, su estratégica localización es una de sus muchas fortalezas. Distribuido en dos plantas, rompe con el señorial barrio a base de un look cálido y depurado, basado en el menos es más y firmado por los mismos propietarios.
Las dos salas de la planta baja, de bucólica inspiración, quedan definidas por alegres detalles como la colorida tapicería de sus sillas, discretos motivos florales o unas simpáticas lámparas sombrero que perpetúan el calor primaveral durante todo el año. Un espacio alegre y desenfadado que irradia optimismo y bienestar. La planta superior cuenta también con dos salas, vestidas en este caso de una fusión industrial-chic, pero igualmente acogedoras.
Su estudiada iluminación envuelve confortables sofás corridos de suave tela de saco, enmarcados por un gran luminoso y una coqueta barra de madera y ladrillo, ambientada con estructuras hexagonales de neón. Mires donde mires, cada esquina se rinde a un delicioso detalle que enamora a primera vista, y que construye un único y sereno espacio con capacidad para trasladarte a universos diferentes, pero siempre por el mismo camino, el del amor a la buena mesa, y su disfrute con los cinco sentidos.
La Carta
El equipo de La Pilla, con Andy Bryson al frente de su cocina, ha confeccionado con minuciosidad una carta de corte mediterráneo muy completa y variada, comprometida con la excelencia de la materia prima y con huir del aburrimiento. En ella conviven recetas españolas de siempre, revisadas con mucho acierto; míticos platos de variada procedencia internacional, y creaciones originales de un chef que sabe adaptar la esencia de la alta cocina a todos los bolsillos.
De hecho, La Pilla sorprende con su exquisita relación calidad-precio, así como con la gran versatilidad de su propuesta, que permite disfrutar todos los platos en medias raciones o completas, y degustar en su punto los productos propios de cada temporada. Por su concepto, las entradas para compartir gozan de gran protagonismo.
Destacan sus Patata ratté con salsa brava casera; las Berenjenas fritas con miel y salmorejo; el Huevo escocés a base de huevo de codorniz envuelto en carne picada, morcilla y frito en pan; las Almejas a la parrilla con sofrito de ajo, cebolla y chile o los Mejillones al estilo belga, cocidos en salsa de vino blanco con patatas fritas. Pero, sin duda, son las carnes el apartado estrella. Con la calidad superior que ofrece La Finca, trabaja con maestría jugosos cortes de ternera como el Tomahawk, el T-Bone, Chuletón nacional y el New York strip, cocinados en horno de brasas.
En cuanto a los pescados, junto a las propuestas fijas de Tartar de atún rojo con vinagreta de chile, jengibre, aceite de sésamo y chips won ton o el acertado Ceviche de corvina con cilantro, crema de maíz y dados de pomelo, se ofrece fuera de carta un pescado de temporada, también a la brasa.
Merecen un punto aparte las hamburguesas de La Pilla, con originales recetas carnívoras como la Burger al whisky con queso Gruyere, champiñones y salsa barbacoa al whisky; la Burger de cordero asado 24 horas con salsa tzatziki y tomate agridulce o la Burger de Confit de pato con foie a la plancha y cebolla caramelizada.
Entre ellas se cuela una de pescado, el llamativo Boston lobster & crab roll, a base de bogavante y cangrejo, mayonesa de especias y hierbas. Y, para terminar con dulce, el Bread and butter pudding con crema de vainilla o las tartas caseras Red Velvet, Muerte por Chocolate o de zanahoria serán una buena opción.
La Pilla pretende ser, además, una de las mejores alternativas del barrio para visitar a diario. Para ello, en su pizarra exterior anuncia un competitivo menú semanal de tres platos, compuesto por cinco primeros, cinco segundos y dos postres a un excelente precio.
Y, en su pizarra interior, expone las propuestas de coctelería para las sobremesas o las horas de afterwork, amenizadas por una selección musical digna del mejor DJ.