Nicolás Maduro todavía está asimilando el golpe que le ha supuesto la derrota electoral del pasado 6 de diciembre. El resultado ha dejado contra las cuerdas al partido del Gobierno, Partido Unido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), con sólo 55 diputados, frente a los 112 de la oposición organizados alrededor de la Mesa de la […]
Dirigentes Digital
| 02 ene 2016
Nicolás Maduro todavía está asimilando el golpe que le ha supuesto la derrota electoral del pasado 6 de diciembre. El resultado ha dejado contra las cuerdas al partido del Gobierno, Partido Unido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), con sólo 55 diputados, frente a los 112 de la oposición organizados alrededor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La aritmética parlamentaria apunta a que Maduro puede terminar su mandato antes de lo previsto con dos tercios del Parlamento en contra. Aunque no pueden directamente convocar elecciones presidenciales, si tienen potestad constitucional de otorgar votos de censura a ministros y vicepresidente, plantear reformas a la Constitución e impulsar referendos.
El próximo cinco de enero se constituye la Asamblea Nacional, pero el Gobierno de Maduro ha maniobrado para que la oposición no alcance la mayoría de dos tercios en la cámara con siete recursos de impugnación de los resultados electorales, que han sido todos admitidos a trámite. Gracias a esta maniobra, el alto tribunal ha podido suspender temporalmente a tres de los diputados de la oposición del Estado de Amazonas. La MUD acusó al Supremo de estar al servicio de éste, por lo que se declaró en rebeldía frente a su decisión. La oposición confirma que asumirá sus respectivos escaños el 5 de enero, como está previsto, junto a los 55 ganadores chavistas.