El histórico enfrentamiento entre chiís y suníes alcanza un nuevo estadio de tensión, después que Arabia Saudí ejecutara al líder religioso Nimr el pasado sábado. Ayer el reino saudí retiró a sus diplomáticos de Irán después de sufrir ataques en sus instalaciones diplomáticas en el país. La tensión entre las dos facciones del islam se […]
Dirigentes Digital
| 05 ene 2016
El histórico enfrentamiento entre chiís y suníes alcanza un nuevo estadio de tensión, después que Arabia Saudí ejecutara al líder religioso Nimr el pasado sábado. Ayer el reino saudí retiró a sus diplomáticos de Irán después de sufrir ataques en sus instalaciones diplomáticas en el país. La tensión entre las dos facciones del islam se eleva al anunciar Bahréin y Sudán que también rompen relaciones diplomáticas. A su vez Emiratos Árabes Unidos, también se ha unido al frente suní, pese a que gran parte de la población es chií y de nacionalidad iraní.
Irán ha acusado a Arabia Saudí de utilizar el ataque a su embajada como pretexto para romper relaciones y agudizar las tensiones sectarias. La mecha que ha encendido la tensión en el mundo árabe fue la ejecución de 47 personas en Arabia Saudí por pertenecer a grupos terroristas y perpetrar atentados en el reino. Entre los sentenciados a muerte se encontraba el prominente clérigo chií disidente Nimr Baqir al Nimr, una voz muy crítica con el régimen saudita y uno de los principales referentes espirituales para los chiís.
La supremacía en el mundo árabe entre las dos potencias es el escenario de este enfrentamiento que viene de años atrás. Ambos países se ha implicado directamente en todos los conflictos de la región posicionándose en bandos opuestos como en Siria, Irak o Yemen.