Abe: es importante crear un entorno donde los beneficios de un débil Yen lleguen a las firmas a través de un aumento de los salarios; en general, un Yen débil aumenta los beneficios de los exportadores. Koruda: es importante que el yen refleje los fundamentales, si es así no debería se malo para la economía […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Abe: es importante crear un entorno donde los beneficios de un débil Yen lleguen a las firmas a través de un aumento de los salarios; en general, un Yen débil aumenta los beneficios de los exportadores.
Koruda: es importante que el yen refleje los fundamentales, si es así no debería se malo para la economía en su conjunto; no cree que los niveles actuales del JPY supongan un impacto negativo severo en la economía japonesa; un yen a la baja es positivo para los exportadores y para la bolsa, pero es cierto que su impacto puede ser negativo para las pequeñas compañías y herir la renta disponible de las familias.
¿Notan diferencias entre los comentarios de ayer del Primer Ministro japonés y del Gobernador del Banco de Japón (BoJ)? Los inversores sí los han detectado, centrándolo en una diferente valoración de la caída (adicional) del yen. No deseable, para la clase política; no negativa, incluso apropiada, para el BoJ.
La consecuencia directa es el impasse en que se ha movido el cruce del yen frente al dólar en los últimos días, incluso con intentos de recuperar niveles más altos por la moneda japonesa.
Pero el Primer Ministro Abe también admitió ayer que la situación de las finanzas públicas de su país era severa, aunque se mostró optimista sobre la implementación de medidas de reforma y ajuste fiscal que permitan superar los problemas.
Nosotros esperamos que la economía japonesa haya superado la recesión técnica en el cuarto trimestre, con un crecimiento que estimamos supere el 0,9 % trimestral (3,6% en cifra anualizada). La mayor parte de este aumento vendrá probablemente explicado por la demanda privada, que podría aumentar un 0,9% en el caso del consumo privado y del 2% para la inversión. Pero también consideramos razonable esperar un dato por encima del 2,2% en el caso de las exportaciones. Y esperamos que mantenga un ritmo de crecimiento del 2% en los próximos meses.
Pensando concretamente en exportaciones, no está del todo claro que su subida reciente a ritmos del 3,3% en diciembre sea el resultado de la caída del yen y no de la mejora económica de los principales socios comerciales, como sería el caso de la economía de EEUU. Nosotros esperamos que el crecimiento de los principales socios comerciales de Japón se acelere este año hasta niveles del 4% frente al 3,7% estimado en 2014. ¿Una depreciación del yen en este escenario? Quizás más adelante.
Pero, por otro lado, también es cierto que la inflación japonesa seguirá bajando en los próximos meses incluso hasta niveles casi nulos a mitad de año. La presión para que el BoJ implemente nuevas medidas monetarias es evidente, aunque la reciente oposición de las autoridades políticas podría llevarle a ser paciente hasta la parte final de año. Quizás en octubre pueda evaluar lo apropiado de hacerlo.
Como ven, la paciencia de los bancos centrales no sólo se centra en iniciar la normalización monetaria. Demasiado protagonismo el que han asumido para no valorar todas las consecuencias, no sólo monetarias, de sus acciones.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.