Volatilidad y miedo a la recesión. Es el sentimiento que ha marcado la evolución de los mercados en el peor mes para la Bolsa española desde junio de 2013. Podría haber sido peor, pues las subidas de las últimas sesiones han permitido reducir las pérdidas del parqué nacional en una semana marcada, de nuevo, por […]
Dirigentes Digital
| 01 nov 2014
Volatilidad y miedo a la recesión. Es el sentimiento que ha marcado la evolución de los mercados en el peor mes para la Bolsa española desde junio de 2013. Podría haber sido peor, pues las subidas de las últimas sesiones han permitido reducir las pérdidas del parqué nacional en una semana marcada, de nuevo, por los bancos centrales, con los test de estrés del BCE y la sorprendente decisión del Banco Central de Japón de tomar el relevo de la Fed que ha puesto fin a su programa de estímulos.
"Hace 24 horas, los índices del Continente se encontraban varios cientos de puntos por debajo de las cotas actuales, pero ahora la situación es diametralmente opuesta. EE UU, con un dato de PIB mejor de los esperado, y Japón han permitido un cambio de 180 grados en apenas un día", explica Daniel Pingarrón, analista de IG.
Los expertos coinciden en señalar que estos bruscos movimientos también han dejado la puerta abierta a grandes oportunidades, en un momento en el que los gestores se preparan para encarar el último tramo del año con la confianza de volver a máximos anuales. Joaquín Robles, analista de XTB, explica que "de no ser por la fortaleza del mercado americano y de la Wall Street dependencia en las plazas europeas, podríamos haber perdido de nuevo los 10.000 puntos".
"Parece mentira que tras la fuerte corrección producida a principios de mes, con todas las dudas de la ralentización mundial sobre volando a los mercados, no sólo hayamos sido capaces de recuperar la mayor parte del movimiento, sino que los índices americanos han tocado cotas nunca alcanzadas", insiste el experto.
Resultados empresariales
Para conseguir esos máximos, la clave estará, una vez más, en los resultados empresariales. "Si las grandes compañías siguen batiendo previsiones, no es para nada descartable volver a ver al selectivo español en niveles de 10.700 puntos", explica Robles. Desde XTB sobreponderan en este escenario los valores bancarios, "que son los que más deberían de subir si queremos recuperar esos máximos anuales".
Algo más prudentes se muestran desde Bankinter. Ramón Forcada, director del Departamento de Análisis de la entidad, mantiene aún el escepticismo que les ha llevado a echar un paso atrás respecto a la renta variable a corto plazo. Sin embargo, y planteado en positivo, reconocen que "estas caídas generan de nuevo estupendas oportunidades porque el ritmo de la recuperación económica se ha ralentizado, pero ésta no se ha frustrado".
A su juicio, el escenario se ha deteriorado, pero no ha cambiado a contractivo y ese enfoque terminará imponiéndose. "El problema es que, mientras el contexto mejora de nuevo, podemos dar por perdido 2014, porque cuando las bolsas se estabilicen permanecerán planas durante un tiempo debido a la falta de estímulos"
Frente a los inversores, Bankinter explica que las bolsas siguen ofreciendo valor, por lo que continuarán atrayendo una parte importante del flujo de fondos, junto con el inmobiliario. Pero aseguran que los niveles de exposición al riesgo deben ser más ajustados que unos meses atrás, para todos los perfiles de riesgo de clientes.
Bancos centrales
Los expertos coinciden en que los bancos centrales seguirán jugando también un papel protagonista en los mercados. Tras el nuevo plan de estímulo del Banco de Japón, parece que sólo le falta a Europa mandar un mensaje de optimismo. Y Mario Draghi pasará esta semana su penúltimo examen del año ante el mercado.
"Con muchas medidas expansivas sobrevolando, el mercado estará esperando el anuncio de alguna de ellas para romper las resistencias y pensar el volver a la zona de los 10.800 puntos, como primera parada antes de encarar el último intento de superar los máximos anuales", explican desde XTB.
Forcada apunta en la misma dirección pronosticando que "los bancos centrales intensificarán sus declaraciones a favor de dar soporte a la situación, dando a entender que las subidas de tipos (para la Fed y el Banco de Inglaterra) quedan aplazadas sine die".