Iniciamos el último trimestre del 2015 con las mismas incertidumbres y miedos con los que finalizamos un tercer trimestre bastante negativo. Seguimos con la atención puesta en los mismos factores causantes de dicha inestabilidad: subida de tipos de interés en Estados Unidos, baja inflación, desaceleración económica en China, inestabilidad en los emergentes, la caída del […]
Dirigentes Digital
| 06 oct 2015
Iniciamos el último trimestre del 2015 con las mismas incertidumbres y miedos con los que finalizamos un tercer trimestre bastante negativo. Seguimos con la atención puesta en los mismos factores causantes de dicha inestabilidad: subida de tipos de interés en Estados Unidos, baja inflación, desaceleración económica en China, inestabilidad en los emergentes, la caída del precio del crudo, circunstancias que por todos son conocidas, que merecen un tratamiento y análisis individualizado.
Pero no todo es negatividad en este último ejercicio trimestral, y es que parece que el positivismo se puede instaurar en un trimestre que por condiciones de estacionalidad ha sido históricamente bueno en los mercados de valores. El miedo inversor se funde con la percepción de ver uno de los momentos, en cuanto a nivel de precios, más óptimos para poder lanzar una inversión de garantías en el medio plazo. La dificultad se establece en saber valorar de la mejor manera posible los activos de inversión y en que escenarios se pueden comportar mejor unos u otros.
El poder acertar el sectorial que mejores perspectivas puede tener y dentro de este, saber cuál es la compañía que puede ser mejor que las demás de su gremio, se antoja complicado y más cuando la inestabilidad y los focos causantes de la misma proporcionan un entorno tan cambiante. Siempre hemos escuchado hablar de valores más enfocados a la defensa y la preservación del capital y otros más dirigidos al ámbito de la rentabilidad y la especulación, pero podemos seleccionar activos que aúnen en esas dos características, dentro de la renta variable pura.
Sería tan sencillo como elegir la cesta que contiene a todos ellos, si creemos que este es el punto de inflexión para lanzarnos a la compra de renta variable, -particularmente así lo estimo-, que mejor opción que acompañar el movimiento de toda la cesta.
La puerta se abre en Europa, independientemente de la incertidumbre anteriormente expuesta, debemos seguir confiando en un plan económico diferente a todos, y es que Europa es diferente, ya que primero reestructuró las reglas económicas y luego fue la última en implementar políticas de estímulo monetario.
Ahora el problema es la inflación y para ello con un mercado ya inundado de liquidez, la única salida sería una modificación fiscal severa que reestructurara la canalización de esa liquidez, como ese proceso es a medio-plazo, también habrá algún movimiento por parte del BCE en el corto plazo para reactivar o calmar el enfriamiento en términos de deflación.
En estos niveles incrementar la exposición en Europa sería una buena alternativa, vía índices, teniendo poco que perder con un límite de pérdida marcado en mínimos de 2013 en el caso de España y con una rentabilidad sensata hasta zona de máximos interanuales.
Jorge López es analista de XTB.