Tras el duro castigo de las últimas sesiones, la Bolsa de Shanghai respiró en la sesión del jueves con una subida del 5,76 %. El índice había ganado un 131,1% entre septiembre de 2014 y el 12 de junio de 2015, cuando marcó su último máximo. Desde entonces, ha perdido un 30,7%. Pero aunque en […]
Dirigentes Digital
| 10 jul 2015
Tras el duro castigo de las últimas sesiones, la Bolsa de Shanghai respiró en la sesión del jueves con una subida del 5,76 %. El índice había ganado un 131,1% entre septiembre de 2014 y el 12 de junio de 2015, cuando marcó su último máximo. Desde entonces, ha perdido un 30,7%. Pero aunque en el año se mantiene en positivo, el gran desafío para los gestores es adivinar qué vendrá a partir de ahora.
Charlie Awdry, gestor del Henderson Horizon China Fund, explica que le gran problema es la venta masiva que se ha observado en los últimos días entre los inversores minoristas, que copan más del 70% de este mercado. "Estamos viendo mucho nerviosismo, muchas ventas a cargo de minoristas en el mercado de Shanghai, que están calando en el de Hong Kong. También, algunos de los movimientos registrados en los precios de las acciones apuntan a ventas forzadas y, en este contexto, siempre es mejor ser un comprador selectivo, así que es aquí donde nos estamos posicionando por el momento", indica.
El problema de la huida de los inversores minoristas también es tenido en cuenta por Tai Hui Managing Director Chief Market Strategist- Asia de JP Morgan AM. Especialmente por la capacidad para apalancarse de este colectivo. En el mismo sentido se manifiesta John Ford, CIO de Fidelity para la región Asia-Pacífico, explicando que "dada la suspensión en la cotización de una buena parte de las acciones del mercado local chino (onshore), hay menos valores disponibles a la venta para aquellos inversores que están forzados a vender como consecuencia de sus altos niveles de apalancamiento". A su juicio, esto ha originado fuertes ventas en estos valores específicos, siendo esto el principal motivo de la comprensión actual de la liquidez. "Esta situación bien puede continuar hasta que los operadores más vulnerables se queden fuera del mercado", advierte.
Tai Hui recuerda que "entre las razones del origen de esta bola de nieve están la escasez de liquidez provocada por la acumulación estacional de efectivo y por un elevado número de salidas a Bolsa, así como un mayor escrutinio de la financiación de márgenes por parte del regulador local", añade el experto.
Fijarse en el largo plazo
Desde la firma, insisten en que hay que mantener distancia de la volatilidad y fijarse en el largo plazo, "en base a temas clave de inversión como el consumo de la clase media, la iniciativa One Belt, One Road y el impulso político a favor de la protección medioambiental y las energías renovables". Tai Hui explica otros factores de apoyo para seleccionar ciertos valores en el mercado, como la estabilización del inmobiliario tras 18 meses de caídas, "lo que representa buenas noticias para los promotores". Además, en JP Morgan AM confían en que las acciones del mercado local chino (onshore) pasarán a formar parte de los principales índices de mercados emergentes (MSCI) en los próximos años, lo que fomentará los flujos internacionales de capital.
Ante la venta masiva de minoristas, desde Fidelity reconocen que "nuestros gestores de fondos están aprovechando este escenario de fuerte volatilidad para incrementar posiciones en aquellas empresas castigadas por estas anomalías que no guardan relación directa con las valoraciones fundamentales de las mismas, que en varios casos han alcanzado niveles atractivos".
Los gestores de Aberdeen también confían en encontrar oportunidades, tras la suspensión de unas 1.200 acciones de las 2.808 que cotizan en China "sin relación evidente con los fundamentos del negocio, un movimiento sin precedentes conjurado para evitar una mayor venta de pánico". Insisten en la necesidad de buscar calidad para aprovechar el esperado repunte "cuando los inversores vuelvan a mirar los fundamentales".
De hecho, califican de "sana" la corrección del mercado, aunque dudan de la eficacia de las medidas tomadas para frenar el desplome con unos "políticos que parecen estar más preocupados por el riesgo sistémico". En el mismo sentido se expresa Hans Bevers, economista de Petercam, explicando que "la reciente turbulencia subraya una vez más lo difícil que es para los líderes chinos hacer frente a los enormes desequilibrios derivados del auge del crédito insostenible testigo después de la crisis de 2008-2009".