Como hemos visto en las últimas semanas, la emisión de gases contaminantes puede traer consecuencias para empresas de la talla de Volkswagen. Pero, más allá de los costes que conlleva contaminar, la entidad estadounidense Citi ha intentado establecer los costes de la inacción a la hora de frenar el cambio climático. La importancia del cambio […]
Dirigentes Digital
| 09 oct 2015
Como hemos visto en las últimas semanas, la emisión de gases contaminantes puede traer consecuencias para empresas de la talla de Volkswagen. Pero, más allá de los costes que conlleva contaminar, la entidad estadounidense Citi ha intentado establecer los costes de la inacción a la hora de frenar el cambio climático.
La importancia del cambio climático es tal que, en diciembre de 2015, París será escenario de una nueva Cumbre de Naciones Unidas sobre el tema. Aunque con pocas expectativas, los dirigentes tratarán que de la cita salga un compromiso vinculante internacional para la reducción de los gases de efecto invernadero, incluidas las grandes potencias.
Según Naciones Unidas, el ‘Acuerdo universal sobre el cambio climático’ se centrará reducir en las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% en 2030 y un 60% en 2040 (con respecto a 1990). ¿Lo conseguirán? Por el bien del planeta y de la economía, esperemos que sí.
Un mundo ‘hambriento’ de energía
En su informe, Citi destaca que vivimos en un planeta ‘hambriento’ de energía. A través de su informe ‘Energy Darwinism II’, Citi establece que los ‘costes de la inacción’ podrían mermar en 44 billones de dólares el PIB global. Esto se debe a que dos terceras partes del crecimiento dependen de los países emergentes, que han demostrado estar ligados a la energía y al carbón más intensamente que los mercados desarrollados.
Los analistas de la entidad estadounidenses argumentan que no son científicos, pero que sí están seguros que la inversión en desarrollar energías más limpias tendrá un impacto positivo en la economía. De ahí que señalen que hay que distanciarse del carbón y apostar por otro tipo de energías.
Según sus cálculos, los costes energéticos superarán los 192 billones en los próximos 25 años. En cambio, si se establecen medidas, esa cantidad podría rebajarse hasta los 190 billones. Citi argumenta que esa diferencia se debe a la rápida caída de los costes de las energías renovables, unido a que cada vez se usa menos cantidad de fuel por los avances en eficiencia energética.
Como si de un termómetro inverso se tratara, por cada grado de más en el planeta, el PIB va bajando. Así, la temperatura aumenta en un 1,5 ºC, se perderían 20 billones (lo que significa una caída del 0,7% del PIB); en el caso de que la subida sea de 2,5ºC, las pérdidas rondarán los 44 billones (un 1,1% del PIB). Si nos ponemos en el peor caso, y la temperatura aumenta 4,5ºC, las pérdidas del PIB serán de 72 billones (un 2,5%).
Instrumentos financieros para promover la energía renovable
Conseguir un planeta mejor está al alcance de todos los sectores de la economía, incluido el financiero. Por ello, Citi propone diversas herramientas que pueden ayudan a desarrollar y promover las energías renovables como los ‘bonos verdes’, Yieldco’s, ‘covered bonds’ o ‘titularizaciones’.