Dado que a día de hoy no hay un precio regulado en el país hay que ir revisando el precio en cada provincia. Por poner un ejemplo, para un piso que tenga entre 50 y 80 m2 existen provincias en las que sale hasta un 143 % más caro conseguir el certificado. Este es el […]
Dirigentes Digital
| 24 abr 2015
Dado que a día de hoy no hay un precio regulado en el país hay que ir revisando el precio en cada provincia. Por poner un ejemplo, para un piso que tenga entre 50 y 80 m2 existen provincias en las que sale hasta un 143 % más caro conseguir el certificado. Este es el caso concreto de Zamora, en el que este documento tiene un coste medio de 140 euros; mientras que en Toledo se puede conseguir por un coste medio de 57,60 euros, según datos de Certicalia.
Ahora bien, estos precios sólo son las tarifas de los profesionales que hacen la inspección pero, ¿hay que incluir algún sobrecoste?
Las tasas administrativas encarecen un 16% los certificados energéticos
En función de la comunidad autónoma en la que se resida se deberá pagar una tasa a la hora de hacer efectivo el registro del certificado energético. Pero, como es de esperar, ésta tampoco es igual para toda España. Así, existen 8 comunidades (Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Canarias, Madrid, Navarra y País Vasco) que por el momento no exigen este sobrecoste.
En el otro lado, los impuestos varían en función de cada comunidad. Así, mientras el habitante de Baleares deberá abonar 9,27 euros, el de La Rioja asumirá casi 38 euros de tarifa. Esto implica, por tanto, que los certificados energéticos se encarecen al añadir las tasas. El caso más representativo es el de Toledo que pasa de tener a los profesionales más económicos, a que sus certificados cuesten un 16 % más que en Oviedo.
Por lo tanto, antes de contratar al primer profesional que se encuentre, lo mejor es acudir a un comparador en el que ver las tarifas de varios certificadores que operen en la ciudad. Además, aunque el coste pueda resultar elevado, las multas por no disponer de este documento oscilan entre los 600 y los 6.000 euros, por lo que no merece la pena arriesgarse.