Es un hecho. La divergencia entre las políticas de los distintos bancos centrales ha reabierto con fuerza el pulso por la moneda más débil. El último en mover ficha ha sido el Banco Central de Japón con su nuevo y millonario programa de estímulos, lo que anticipa un yen todavía más débil en la guerra […]
Dirigentes Digital
| 11 nov 2014
Es un hecho. La divergencia entre las políticas de los distintos bancos centrales ha reabierto con fuerza el pulso por la moneda más débil. El último en mover ficha ha sido el Banco Central de Japón con su nuevo y millonario programa de estímulos, lo que anticipa un yen todavía más débil en la guerra de divisas y un relevo en el mercado alcista de Occidente a Oriente.
En este escenario, Pictet WM se suma a las voces que apuntan al país nipón como nuevo maná de las rentabilidades, gracias sobre todo al previsible aumento de las exportaciones con la debilidad de la divisa asiática, lo que favorecerá a su vez a las acciones japonesas. "Aunque una nueva subida del IVA esté programada para octubre de 2015 (hasta 10%), las condiciones de crédito están muy relajadas, hay mayores beneficios empresariales, caída de precios del petróleo, probable mejora de la demanda extranjera y mayor apoyo presupuestario", explican Bernard Lambert y Jacques Henry, economista jefe y estratega de acciones japonesas de la firma.
Aún así, los expertos son conscientes de que no es oro todo lo que reluce, y que aún quedan muchas reformas estructurales necesarias para impulsar el crecimiento y la inflación. No hay que olvidar además que Japón importa en dólares gas al contado para generar energía, y el yen depreciado puede afectar negativamente a la balanza comercial. De ahí que los movimientos del Banco de Japón sirvan para dar algo más de tiempo a esas reformas necesarias.
En este escenario, los expertos siguen viendo a la caída del yen como el principal factor del rebote de la inflación. Lambert y Henry consideran que el cruce puede llegar a 118 dólares en apenas doce meses. "Hay que tener en cuenta que el yen es una importante fuente de competitividad para la economía japonesa y su cambio efectivo nunca ha sido tan bajo en 30 años". Recuerdan que su depreciación está correlacionada con el mejor comportamiento del índice de acciones TOPIX.
Valoraciones atractivas
Desde Pictet WM explican que en moneda local, las acciones japonesas siguen por debajo del S&P500. Pero en Japón la recuperación de márgenes empresariales no ha terminado. "Las expectativas de crecimiento de beneficios para 2015 están en Japón alrededor del 13%, como en Europa, en comparación con 10,5% en EE UU", recuerdan.
No hay que olvidar el impulso que este mercado puede registrar con el proceso en marcha de reasignación de bonos japoneses a acciones japonesas en las carteras. "Pension Investment Fund (GPIF) es el mayor fondo de pensiones públicas en el mundo, con cerca de 1,1 billones de dólares en activos y un peso objetivo del 60% en bonos japoneses. Pero la reforma prevé que la asignación a renta variable japonesa pase del 12% al 25%, con redistribución masiva desde bonos japoneses".
Este fondo supone alrededor del 70% de los activos gestionados por los fondos de pensiones públicos en Japón, los cuales probablemente adopten normas similares. Sin embargo el efecto no se notará a corto plazo, pues aplicará en Abril 2015 y mientras asignación a acciones japonesas ya está en la banda superior.