Fue el título de una ponencia desde un grupo próximo al partido gobernante en Japón. Lo interesante es que, entre otras medidas, mantenía la subida prevista de impuestos para la primavera de 2017. ¿Qué por qué me sorprende? De hecho, esta era la propuesta inicial del Primer Ministro japonés en 2012: impulso monetario, impulso fiscal […]
Dirigentes Digital
| 25 may 2016
Fue el título de una ponencia desde un grupo próximo al partido gobernante en Japón.
Lo interesante es que, entre otras medidas, mantenía la subida prevista de impuestos para la primavera de 2017.
¿Qué por qué me sorprende? De hecho, esta era la propuesta inicial del Primer Ministro japonés en 2012: impulso monetario, impulso fiscal a corto plazo (incluyendo medidas de ajuste a medio y largo plazo) y reformas estructurales. Ya saben que el mayor énfasis ha sido en los dos primeros puntos, cuando hace un año ya se aplazó la subida de impuestos prevista para este ejercicio. La debilidad de fondo de los datos macro, aunque los del primer trimestrre resultaron al final algo mejor de lo previsto (0,4% trimestral y 1,7% anualizado), ha vuelto a poner encima de la mesa la posibilidad de volver a aplazar la subida de impuestos. Precisamente cuando también se debate la posibilidad de un nuevo paquete de impulso fiscal expansivo, con muchos rumores apuntando a que podría anunciarse después de la Cumbre del G7 de esta misma semana.
Por ejemplo, esta misma semana hemos conocido un fuerte aumento en el superávit comercial de abril hasta 426.600 millones desde 295.300 millones Pero, con un descenso del 0,3% mensual en las exportaciones (caídas del 4% a Estados Unidos y del 2,8% a Unión Europea) es el desplome de las compras del 2,9% lo que ha permitido la mejora del saldo comercial.
Al final, limitado el margen para "devaluar" la moneda (intervenir para depreciarla) y con muchas dudas sobre la eficacia de nuevas medidas expansivas (lo que no significa que no se puedan aprobar…de hecho, es nuestra posición a corto plazo) sólo resta aprobar nuevas medidas fiscales expansivas para impulsar la demanda doméstica. Pero, ante esta posibilidad, se vuelve a poner en entredicho la subida de impuestos prevista.
De acuerdo con nuestros economistas, la subida de impuestos para el año próximo sería compatible con un aumento del producto del 0,5% durante este ejercicio y del 0,2% para 2017 (en años fiscales sería 0,9 % y -0,4%, respectivamente).
¿Y si finalmente se opta por retrasar la subida de impuestos? Mis economistas esperan bajo este supuesto un crecimiento este año del 0,3% y del 0,8% para 2017 (0,5% y 0,7 %).
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.