1. DESEMPLEO Con tasas cercanas oficiales al 25%, y muy superiores en segmentos de la población como jóvenes o inmigrantes, o en determinadas zonas geográficas, el desempleo repercute muy negativamente en el crecimiento futuro, la cohesión y la felicidad de una nación. Aunque es cierto que España presenta características especiales que han mitigado el daño […]
Dirigentes Digital
| 12 nov 2014
1. DESEMPLEO
Con tasas cercanas oficiales al 25%, y muy superiores en segmentos de la población como jóvenes o inmigrantes, o en determinadas zonas geográficas, el desempleo repercute muy negativamente en el crecimiento futuro, la cohesión y la felicidad de una nación. Aunque es cierto que España presenta características especiales que han mitigado el daño social que dicho desempleo genera, sobre todo la economía negra, que sí absorbe parte del desempleo, y la protección social otorgada por los vínculos familiares, es difícil aducir que la crisis se ha terminado mientras se mantengan tan enormes bolsas de desempleo.
2. DEMOGRAFÍA
El índice de fertilidad por mujer de España (1,26) se sitúa en los niveles más bajos de Occidente, con el agravante (a efectos actuariales) de que los españoles de media viven seis años más que otros europeos, lo que paulatinamente ha provocado un envejecimiento de la población y una estructura demográfica insostenible con el actual sistema de pensiones. Así, España afronta una relación entre trabajador y pensionista de 2 a 1, frente a medias en Occidente más sostenibles de 3 a 1.
3. SOSTENIBILIDAD FISCAL
España no cuadrará su déficit fiscal primario hasta 2016, no equilibrará cuentas públicas (ingresar más de lo que se gasta, como cualquier familia o empresa) hasta finales de la década (si lo consigue), y no cumplirá ni por asomo los objetivos de deuda pública (60% del PIB) para el año en el que se ha comprometido (2020).
4. ENDEUDAMIENTO
Tras seis años de crisis se ha reducido el endeudamiento privado ha subido el endeudamiento público, pero el endeudamiento total sigue en el mismo nivel (293% del PIB). Esta situación, por otro lado pareja a la que se vive en otros países occidentales (en los emergentes ha ocurrido al revés, subida de endeudamiento privado, bajada del público, tendencia que se invertirá inminentemente), cuestiona la capacidad del sistema económico para reducir el enorme apalancamiento a medio plazo, especialmente si se tiene en cuenta que una enorme proporción de tanta deuda está a tipo variable. No hay perspectivas a corto plazo de subidas de tipos en la zona euro, pero cuando dichas subidas lleguen, las economías muy endeudas sufrirán, y España está entre ellas. Los mecanismos para reducir la deuda son dos: primero, un crecimiento del PIB nominal que reduzca el stock de deuda en porcentaje del tamaño de la economía, y segundo, un saldo de cuenta corriente positivo (superávit) de forma que el excedente se dedique gradualmente a reducir el saldo de deuda neta externa.
5. CRISIS INSTITUCIONAL
Si una población se siente identificada con sus instituciones es más fácil lograr la prosperidad, y dicha identificación se consigue si la percepción general es que las instituciones trabajan para lograr el bien común.
6. CRECIMIENTO A LARGO PLAZO
El crecimiento sostenible depende al final de un factor clave: la productividad. Además, la infrainversión vivida por la economía española (en porcentaje del PIB) llevará necesariamente a un menor ritmo de crecimiento económico futuro. La enorme dependencia que España tiene de las PYMEs representa una vulnerabilidad, ya que las PYMEs se financian más caro que las empresas grandes, exportan menos y son menos productivas por trabajador. L as P YMEs s on un elemento clave en la economía española, pero el país necesita más empresas medianas y menos pequeñas por los motivos aquí expuestos. Dicha transición aumentaría las posibilidades de crecimiento futuro. Lamentablemente apenas se ha hecho nada en esta dirección.
7. RECUPERACIÓN SALARIAL
Es difícil vaticinar incrementos salariales relevantes, por lo que el aumento del consumo ha de fiarse nada más que al volumen de los empleados, y no al incremento salarial. Paradójicamente, la ausencia de tensiones salariales provocará muy bajas inflaciones futuras (véase el siguiente riesgo), lo que a su vez evitará mitigar el problema de la deuda.
8. INFLACIÓN MUY LIMITADA
Si mucha inflación es mala en un país, un nivel de precios muy bajo en una economía muy endeudada es también algo no deseable. El escenario idóneo para España sería obtener inflaciones cercanas al 2%, lo que unido al crecimiento real superior a 2% llevará a crecimientos nominales superiores al 4%, lo que reduciría mucho los desequilibrios de deuda.
9. ENERGÍA
España importa un 73% de la energía que consume, generando un déficit energético anual de 50.000 millones de euros. Aunque afortunadamente España compensa con creces dicho déficit con los ingresos del turismo, la evolución de los costes energéticos ha sido extremadamente negativa.
10. COMPLACENCIA
En opinión de Arcano, aunque todos estos riesgos son mucho más manejables que los riesgos que presentaba España en 2007, han de ser gestionados para mantenerlos bajo control y evitar mayores daños. Para la correcta gestión de dichos riesgos es crucial no caer en el décimo y último riesgo: la complacencia.