Las devaluaciones llevadas a cabo por el gigante asiático tanto en 2014 como en 2015 son un reconocimiento de estas presiones deflacionarias (en salarios y precios a los que quiere ajustar al tipo de cambio) apenas incipientes. La clave, explica este experto, es que el debilitamiento del yuan es una fuente de shocks para el […]
Dirigentes Digital
| 15 oct 2015
Las devaluaciones llevadas a cabo por el gigante asiático tanto en 2014 como en 2015 son un reconocimiento de estas presiones deflacionarias (en salarios y precios a los que quiere ajustar al tipo de cambio) apenas incipientes. La clave, explica este experto, es que el debilitamiento del yuan es una fuente de shocks para el sistema monetario internacional, mientras tanto Norteamérica como el Viejo Continente "pelean" a su vez con la caída de los precios.
La solución, por tanto, para atajar el riesgo masivo de deflación (y de exceso de capacidad de China) es el trabajo conjunto entre los tres bancos centrales: Reserva Federal (Fed), Banco Central Europeo (BCE) y People’s Bank of China (PBOC). Así, esta última autoridad monetaria deberá activar todos los niveles políticos: monetario, fiscales y estructurales, mientras que las dos primeras tendrán que actualizar sus estrategias.
En concreto, a pesar de que la estrategia de flexibilización cuantitativa (QE) ha funcionado al otro lado del Atlántico, pues el riesgo deflacionista está retrocediendo, la política monetaria de la Fed necesita estímulos fiscales para "arreglar el problema de Estados Unidos". Mientras, en Europa, el BCE deberá dar el "do de pecho", ampliando sus propias compras de deuda, al tiempo que los países centrales deben satisfacer el impulso institucional necesario pronto. Con todo, reconoce, la periferia saldrá de la espiral "deuda-deflación" despacio…
Doisy tiene fe y otorga una probabilidad de éxito a esta sincronización del 80% en dos o tres años. La garantiza, afirma, es que si cae uno los otros dos van detrás. Así, por ejemplo, en la divulgación de las ventas de divisas llevadas a cabo por el PBOC, más allá de una muestra de transparencia, es una demostración de que China coopera para hacer frente a las presione sobre los precios.
Una estrategia conservadora, pero rentable
Se avecinan turbulencias y la volatilidad ha llegado para quedarse, mientras las fuentes "seguras" y "tradicionales" de rentabilidad, los bonos soberanos, han dejado de serlo. ¿Dónde pueden encontrar los inversores mejores rentabilidades sin incrementar el riesgo hasta niveles inaceptables? Pregunta Fréderic Hoogveld, especialista de producto de estrategias low carbon y smart beta de Amundi.
Europa, señala, ofrece el mejor potencial, con una rentabilidad por dividendo cercana al 3%, el repunte del crecimiento en marcha, el QE del BCE… Ahora bien, el riesgo inherente que supone la renta variable debe ser tenido en cuenta, sobre todo, en estos momentos convulsos. Su apuesta por compañías del Viejo Continente "establecidas y rentables", en las que invierte el Amundi Funds Equity Europe Conservative.
Se trata de grupos "grandes, estables, con sólidos balances", como Sky, aunque también de "joyas escondidas", como Imerys.