Tras el peor inicio del año de las Bolsas estadounidenses en su historia y la peor semana de las europeas desde el pasado mes de agosto, los mercados de valores occidentales afrontarán los próximos días con múltiples frentes abiertos, tanto de tipo económico como en el ámbito geopolítico y empresarial. Así, además de los dos […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Tras el peor inicio del año de las Bolsas estadounidenses en su historia y la peor semana de las europeas desde el pasado mes de agosto, los mercados de valores occidentales afrontarán los próximos días con múltiples frentes abiertos, tanto de tipo económico como en el ámbito geopolítico y empresarial. Así, además de los dos factores que vienen lastrando el comportamiento de las bolsas en las últimas semanas: el precio del crudo y demás commodities, y la debilidad de la economía china, que ha llevado a sus autoridades a apostar por la devaluación "encubierta" del yuan para hacer sus productos más competitivos, esta semana entra en juego un nuevo factor: el inicio de la temporada de presentaciones de resultados trimestrales en Estados Unidos que, como es habitual, comenzará de forma oficiosa hot con los de la fabricante de aluminio Alcoa (dará a conocer sus cifras tras el cierre del mercado estadounidense).
A corto plazo la incógnita sobre el estado real de la economía china, que se encuentra en pleno proceso de cambio de modelo, desde uno basado en la producción industrial y en las exportaciones a uno sustentado por la demanda interna, básicamente el consumo privado, no se va a resolver, como tampoco esperamos un cambio de tendencia en la evolución del precio del crudo. Así, ambos factores seguirán lastrando en el corto plazo el comportamiento de las Bolsas mundiales, al menos hasta que se perciba cierta estabilización tanto del crecimiento chino como del precio del crudo.
Es por ello que para que pueda producirse un cambio de tendencia en los mercados deberán aparecer nuevos factores que ejerzan de catalizadores, que animen a los inversores a asumir nuevamente un mayor riesgo y a apostar por la renta variable. En este sentido, la temporada de presentación de resultados puede ser un arma de doble filo. Si bien está descontado que las compañías del sector energético presentarán cifras muy pobres, está por ver qué son capaces de presentar las compañías de otros sectores y, sobre todo, qué es lo que tienen que decir sus directivos sobre el devenir de sus negocios. Aparte de Alcoa, esta semana presentan sus cifras dos pesos pesados del sector financiero estadounidense: JP Morgan el jueves y Wells Fargo el viernes. Será muy interesante comprobar lo que sus gestores tengan que decir sobre el potencial efecto en sus cifras de negocio de las subidas de tipos; la ya llevada a cabo y las que están por venir.
Más a corto plazo, será China y su mercado de valores el factor que seguirá condicionando el comportamiento de los mercados occidentales. De esta forma, la nueva caída de este mercado provocará una apertura bajista de las bolsas europeas. En la Bolsa española, además, la inestabilidad política, acrecentada este fin de semana por el nuevo desafío del independentismo en Cataluña, escenificado en el discurso del nuevo presidente del gobierno autonómico, Carles Puigdemont, entendemos que pesará, provocando un peor comportamiento relativo de este mercado.
Por tanto, las Bolsas afrontan un inicio de semana complejo, con múltiples frentes abiertos y sin que se vislumbre a corto plazo un factor que pueda modificar la tendencia de los mismos e impida que la corrección en la que están inmersos vaya a más. Habrá que esperar a comprobar si los resultados empresariales y las perspectivas de negocios de las compañías pueden ejercer como tal en las próximas semanas.
Link Securities.