El país puede presumir de una reducción del desempleo en 35.000 personas entre enero y marzo y se sitúa en los 1,83 millones. La tasa de desempleo cayó del 5,6% al 5,5% en el primer trimestre del año, en línea con las expectativas del mercado, y marca su nivel más bajo desde mediados de 2008. […]
Dirigentes Digital
| 16 may 2015
El país puede presumir de una reducción del desempleo en 35.000 personas entre enero y marzo y se sitúa en los 1,83 millones. La tasa de desempleo cayó del 5,6% al 5,5% en el primer trimestre del año, en línea con las expectativas del mercado, y marca su nivel más bajo desde mediados de 2008. Los salarios crecieron más de lo esperado, ya que el sueldo semanal medio registró un aumento interanual del 1,9% en marzo, frente a la previsión del mercado, del 1,7%. El salario medio (sin incluir las primas) creció un 2,2% interanual, también por encima de las previsiones del mercado y supone la mayor tasa de crecimiento en casi cuatro años.
Cae el paro y suben los salarios. Pero no es oro todo lo que reluce en la economía británica. Las malas cifras de productividad han obligado al Banco de Inglaterra (BoE) a recortar su previsión de crecimiento para este año hasta el 2,5% frente al 2,9% previsto, lo que anticipa una señal dovish en lo que se refiere al futuro de los tipos de interés en el país. De hecho, el organismo también ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para 2016 y 2017.
Tal y como recuerdan los expertos de JP Morgan en un reciente informe, la principal razón de esta rebaja es el débil crecimiento de la productividad, "que ha frustrado sistemáticamente las expectativas de recuperación del banco central". Aunque hay voces que apuntan a que este parón en la productividad se debe a un factor temporal "y a que la creación de empleo ha sido más robusta en los sectores menos productivos, el organismo observa una debilidad subyacente en el crecimiento de la producción per cápita que justifica unas previsiones más conservadoras", explican desde JP Morgan.
Los expertos destacan además cómo las nuevas previsiones del BoE sugieren que la inflación caerá por debajo del 0% en los próximos meses, arrastrada por la caída de los precios del petróleo y de los alimentos. "No obstante, Carney ha advertido de que esta caída de los precios será relativamente breve y que la inflación debería volver a acercarse el objetivo del BoE, del 2%, en los próximos años, conforme se vaya reduciendo el exceso de capacidad de la economía británica".
Desde JP Morgan señalan cómo la caída de la inflación y el repunte del crecimiento salarial han provocado que los salarios lleven seis meses registrando crecimiento real, el periodo más largo de crecimiento sostenido desde la crisis financiera. "Sin embargo, la sostenibilidad del crecimiento salarial podría verse amenazada por la falta de crecimiento de la productividad británica", advierten.
Todo esto, sumado a la política fiscal restrictiva del nuevo ejecutivo, podrían ser factores que retrasen la primera subida de tipos en el Reino Unido.
"Aunque el BoE estará muy atento a la modesta aceleración del crecimiento de los salarios, no vemos un cambio de política a corto plazo, puesto que Carney ha identificado el crecimiento salarial más débil de lo esperado como uno de los principales riesgos para las previsiones del banco central", explican los expertos. Así, y ante la ausencia de presiones inflacionarias y las moderadas perspectivas de crecimiento "los inversores han acertado al posponer sus previsiones para la primera subida de tipos hasta 2016".