La clave cuando se gestiona un fondo de inversión que invierte en empresas que reparten dividendos, como es mi caso, es centrarse en compañías que pueden ofrecer beneficios sostenibles año tras año. Las identifico mediante un análisis detallado y una comunicación constante con sus equipos directivos, pero también desentrañando las ventajas competitivas de los negocios, […]
Dirigentes Digital
| 04 dic 2014
La clave cuando se gestiona un fondo de inversión que invierte en empresas que reparten dividendos, como es mi caso, es centrarse en compañías que pueden ofrecer beneficios sostenibles año tras año. Las identifico mediante un análisis detallado y una comunicación constante con sus equipos directivos, pero también desentrañando las ventajas competitivas de los negocios, como la marca o la propiedad intelectual. Dado que existen dificultades para hacer crecer los beneficios, se necesita hacer hincapié en los dividendos para sustentar las rentabilidades totales.
Pero hay que tener cuidado, pues la promesa de dividendos elevados puede ser una señal errónea para los inversores y llevarlos hasta empresas que muestran síntomas de tensiones, como ha ocurrido en los sectores de servicios financieros y telecomunicaciones durante los últimos años. Cuando una rentabilidad por dividendo prevista alcanza el 6-8%, aumentan las probabilidades de que esta rentabilidad no se materialice totalmente. Así pues, cuando buscamos acciones que ofrezcan dividendos en torno al 5-7%, analizamos con detalle la sostenibilidad de este dividendo y si existen probabilidades de que se vaya a recortar.
También es importante evitar los problemas de concentración que se pueden dar fácilmente en la cartera al invertir en determinadas regiones. Por ejemplo, aunque el índice MSCI Asia está muy influenciado por los servicios financieros (31%), la industria (17%) y los bienes de consumo (17%), mi fondo invierte en un abanico más amplio de sectores, siendo los de mayor peso salud (23%), consumo básico (15%), consumo discrecional (13%) y servicios financieros (11%).
Otros mercados con acciones que pagan dividendos están sujetos a grandes niveles de concentración; así, sólo ocho valores del FTSE 100 acaparan el 50% de todos los dividendos. En mi fondo hay 18 valores que representan el 50% de todos los dividendos, lo que hace que la rentabilidad se sostenga sobre un flujo de rentas mucho más diversificado.
Los inversores pueden esperar que mi fondo consiga un crecimiento anual constante del dividendo en torno al 5%, lo cual pretendo conseguir invirtiendo en los aristócratas del dividendo del mañana. Definimos a un aristócrata del dividendo como una empresa que ha incrementado sus dividendos durante 10 años consecutivos. Existen alrededor de 150 de estas compañías dentro de las 2.500 que cubre el índice mundial MSCI AC World.
Estos valores han superado al conjunto del mercado con una menor volatilidad. Sin embargo, tener en cuenta los logros pasados de los aristócratas del dividendo no significa que vayan a ser los mismos que destaquen en el futuro, por lo que mi trabajo es encontrar aquellos que sí lo harán, lo cual pretendo conseguir guiándome por estos dos objetivos principales:
– Generar rentabilidades superiores a lo largo de los ciclos económicos mediante un enfoque sin restricciones (rechazando ideas que supongan apegarse a un índice o un sector)y con un elevado porcentaje de dinero gestionado activamente.
– Mantener en niveles bajos el riesgo del fondo. Éste ha experimentado menos pérdidas de valor desde su lanzamiento que la categoría equivalente de fondos a la que pertenece.
Aplicando este proceso de forma rigurosa puede haber momentos en los que mi estrategia salga perjudicada (por ejemplo en entornos de fuertes alzas en los mercados) pero a largo plazo, que es el horizonte de inversión natural del fondo, debería dar sus frutos.
Daniel Roberts, Gestor del fondoFidelity Funds Global Dividend Fund