El mercado "huye" de ellas por falta de confianza, gestores y analistas no las suelen tener bajo su radar, su tamaño les proporciona mayor potencial de crecimiento y suelen beneficiarse más de los periodos de expansión… Luces y sombras de los valores de pequeña y mediana capitalización, que comienzan a hacerse hueco en unas carteras […]
Dirigentes Digital
| 06 nov 2015
El mercado "huye" de ellas por falta de confianza, gestores y analistas no las suelen tener bajo su radar, su tamaño les proporciona mayor potencial de crecimiento y suelen beneficiarse más de los periodos de expansión… Luces y sombras de los valores de pequeña y mediana capitalización, que comienzan a hacerse hueco en unas carteras a la caza constante de rentabilidad en un entorno que no te premia con ella sino es con, al menos, un "poco de riesgo".
Incomprendidos. Así define Mark Mobius, de Franklin Templeton, a estos valores: "A menudo son percibidos como un activo a evitar en tiempos de incertidumbre, pero nosotros vemos las cosas de forma diferente", afirma tajante. Y es que, explica, "muchas pequeñas empresas dependen del mercado local y, por tanto, dependen menos del mundial". Es más, añade, el universo de pequeñas compañías emergentes es "de todo menos pequeño, hay miles para invertir y sigue creciendo" abriéndose a inversores extranjeros y ampliándose continuamente con salidas a Bolsa, ofertas secundarias, privatizaciones…
Cinco son las cuestiones principales que destaca frente a las grandes compañías: son generalmente de propiedad privada y operadas de forma más competitiva (a menudo, de hecho, son los ‘jugadores’ más grandes de industrias pequeñas); son particularmente notables en el sector consumo (rentables y de rápido crecimiento ante el ascenso de éste en los emergentes); son poco analizadas por expertos y gestoras y tienen escasa cobertura; cotizan con importantes descuentos; preferimos empresas con políticas financieras prudentes y sólidos balances que se han abstenido de tomar riesgos de apalancamiento significativos.
"El universo de la pequeña capitalización asiática tiene un interés particular para nosotros", declara el "gurú de los emergentes", pues consideran que que las reformas que están teniendo lugar en esta región podrían ser muy beneficiosas para estas empresas. Además, explica, dado que el consumidor doméstico es su principal fuente de ingresos, "la combinación de buen crecimiento económicos, creciente clase media y petróleo más bajo, que ayuda a contener la inflación y apoyar tipos más bajos, suponen una serie de añadidos positivos". Por sectores, consumo, atención sanitaria, productos farmacéuticos y biotecnología son su preferidos.
Coincide Hugh Young, director general de Aberdeen Asset Management en Asia, al llamar la atención sobre estos valores. "La cobertura de los analistas es muy reducida (beneficiando a los gestores activos como nosotros que hacemos nuestras propias due dilligences), mientras que las tasas de mejora de los ingresos son mucho más fuertes. Por lo tanto, sería de esperar que las empresas más pequeñas superen a las grandes en el largo plazo, a pesar de que los periodos de volatilidad y falta de liquidez signifiquen que los inversores deben ser pacientes".
La renta variable emergente "vuelve a dar señales de vida"
Las Bolsas emergentes comienzan a "despertar" de la "pesadilla" en la que se han visto sumergidas en lo que va de año, gracias al alivio de los temores sobre China, pero también "reflejando una percepción de que su valoración ahora es atractiva", señala Andrew Hunter, de Capital Economics.
Reconoce este experto que es cierto que no son especialmente bajas respecto a estándares anteriores, pero si en relación con la renta variable de los países desarrollados. "Esta es una razón para pensar que podrían ofrecer una mayor rentabilidad en el largo plazo".