La economía portuguesa creció un 0,4% en el primer trimestre, el mismo ritmo de crecimiento observado a finales del año pasado. El crecimiento anual queda en niveles de 1,5%. La previsión de crecimiento oficial para el año es del 1,5%, por encima del 0,9% registrado en 2014. ¿Nuestra previsión? Esperamos que la economía portuguesa crezca […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
La economía portuguesa creció un 0,4% en el primer trimestre, el mismo ritmo de crecimiento observado a finales del año pasado. El crecimiento anual queda en niveles de 1,5%.
La previsión de crecimiento oficial para el año es del 1,5%, por encima del 0,9% registrado en 2014.
¿Nuestra previsión? Esperamos que la economía portuguesa crezca un 1,8%, con un aumento de la demanda doméstica del 1,7% y consumo privado por encima del 2,0%.
Déficit público a la baja hasta un 3,2% del PIB (4,5% anterior) y la primera reducción en la deuda pública hasta niveles del 128,1% (130,2%).
¿Todo va bien? Mejor quizás es la valoración más adecuada. Pero lo cierto es que nosotros hemos revisado la previsión de crecimiento en una décima y crece la inquietud con respecto a las elecciones de octubre. Si es verdad que los sondeos apuntan a la victoria del Partido Socialista, el elevado nivel de indecisión ofrece mucho margen de error.
Considerando todo lo anterior, ¿por qué aumenta la prima de riesgo del país?
Hace ahora un año que Portugal finalizó el Programa de asistencia financiera, con aparente éxito como pueden valorar con los datos antes expuestos. Y sin embargo, el mercado no parece valorarlo de esta forma….
¿Por qué? La primera y más obvia respuesta vendría de la proximidad de las elecciones en octubre. Especialmente por el contexto complejo político en la zona. Y el cambio de Gobierno que anticipan, aunque ya he mencionado anteriormente que la elevada indefinición matiza cualquier resultado, siempre supone un factor de riesgo añadido. Especialmente si entre los temas que hay implícito en el debate político es precisamente la deuda… ¿les suena?.
El "éxito" de la finalización de la asistencia financiera está condicionado a seguir con el proceso de desapalancamiento de la economía lusa. Pensemos que en 2014 se estimó una de las mayores posiciones externas de la zona equivalentes al 112% del PIB. Además, la deuda empresarial se estima en más del 170 del producto, condicionando el crecimiento potencial de la economía y generando muchas dudas sobre la sostenibilidad de la deuda interna, incluyendo la propia deuda pública que antes también estimaba en un 138% del PIB para este año.
Sobre todos los números anteriores, ¿entienden ahora un poco más la incertidumbre del mercado? Infundada, naturalmente. ¿O no lo ven así?
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.