Los mercados de valores mundiales sufrieron ayer fuertes caídas, castigados por el temor de muchos inversores a que la economía de China esté sufriendo un "aterrizaje duro", y que éste termine por afectar directamente al crecimiento económico mundial. En nuestra opinión, más que este factor, que pesa, y mucho, lo que más está "castigando" a […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Los mercados de valores mundiales sufrieron ayer fuertes caídas, castigados por el temor de muchos inversores a que la economía de China esté sufriendo un "aterrizaje duro", y que éste termine por afectar directamente al crecimiento económico mundial. En nuestra opinión, más que este factor, que pesa, y mucho, lo que más está "castigando" a los mercados financieros es la pérdida de confianza en la capacidad de las autoridades chinas para reconducir la situación. Las últimas medidas adoptadas, ciertamente erráticas, especialmente la de devaluar el yuan de forma sorpresiva, han lanzado un negativo mensaje a los mercados, que temen que, a diferencia de en ocasiones anteriores, el régimen chino sea incapaz de revitalizar el crecimiento económico del país. Estas "dudas" han llevado a los precios de las materias primas a alcanzar sus niveles más bajos en seis años (destacan las fuertes caídas experimentadas por el cobre o el petróleo), lo que los ha situado a niveles cercanos a los mínimos que alcanzaron durante el peor momento de la crisis. Si bien es cierto que durante el denominado "súper ciclo de las materias primas" se aumentó en exceso la capacidad productiva de las mismas pensando que los elevados ritmos de crecimiento de la economía de China serían eternos y que, al no cumplirse esta premisa, ahora existe una elevada sobrecapacidad de producción de muchas de esta materias primas, también lo es que la demanda global de las mismas no ha terminado de arrancar dada la debilidad de la recuperación económica mundial.
Pero las materias primas no fueron ayer las únicas "damnificadas" por los temores que llevaron a muchos inversores a deshacer de forma acelerada sus posiciones en los activos de mayor riesgo. Salvo los bonos del Tesoro estadounidenses y divisas como el yen o el euro, el resto de estos activos, con la renta variable y el dólar a la cabeza, fueron duramente castigados durante toda la sesión. En este sentido, señalar que los inversores piensan que dado el estado actual de los mercados y las dudas sobre la fortaleza del crecimiento económico mundial, la Reserva Federal (Fed) "no se atreverá" a iniciar el proceso de subidas de tipos el próximo mes de septiembre, hipótesis que lastró ayer el comportamiento del dólar, divisa que se depreció con fuerza frente al yen y al euro. Cabe destacar, igualmente, que ayer los volúmenes de contratación fueron elevados, con muchos inversores dando la impresión de "capitular" por momentos. Igualmente, la volatilidad se disparó al alza, alcanzando máximos multianuales en algunas fases de la sesión.
Tras las duras caídas experimentadas por las Bolsas europeas y estadounidenses en los últimos días, todos los principales índices bursátiles de estas regiones se encuentran en fase correctiva, al haber cedido más del 10% desde sus recientes máximos. Es más, el Dax alemán, que ya está en negativo en el año, ha caído desde máximos más del 20%, por lo que ha entrado en lo que se denomina "mercado bajista". Otros índices europeos, entre ellos el Ibex 35, están a las puertas de hacerlo.
Dicho esto, señalar que seguimos pensando que lo que estamos viviendo es una fuerte corrección dentro de un mercado alcista a largo plazo. Como hemos repetido en varias ocasiones, hasta que no haya señales significativas de que las economías europeas y la estadounidense pueden volver a entrar en recesión, la tendencia de fondo de la renta variable seguirá siendo al alza, más aún teniendo en cuenta, como señalamos ayer, la falta de alternativas atractivas de inversión. Es por ello que creemos que surgirán interesantes oportunidades cuando los mercados toquen fondo y se tranquilicen. Para ello creemos que será necesario que los inversores recuperen parte de la confianza perdida en las autoridades chinas. Algo que ocurrirá en cuanto éstas se decanten por anunciar nuevas y agresivas medidas de estímulo o cuando los datos macro desmientan el escenario de "aterrizaje duro" de la economía de China que descuentan actualmente los inversores. También ayudará a calmar los ánimos en los mercados la publicación en Europa y Estados Unidos de datos macro que muestren que la recuperación económica sigue en marcha "a pesar de China".
En este sentido, destacar que hoy los inversores dispondrán de algunas importantes referencias que podrían servir para ello. Así, esta mañana se publican en Alemania los índices IFO del mes de agosto, que miden el clima empresarial en el país, así como la lectura final del PIB alemán del segundo trimestre. Se espera que los IFO mantengan los mismos niveles del mes de julio (ver estimaciones en cuadro adjunto) y que el PIB haya crecido un 1,6% en tasa interanual. Por la tarde, y ya en Estados Unidos, se darán a conocer varios importantes indicadores de actividad como el índice de confianza de los consumidores de agosto, que se espera repunte respecto al nivel del mes precedente, el índice de precios de la vivienda de junio, los índices de precios de la vivienda en las grandes metrópolis estadounidenses, los denominados índices Case-Shiller, también de junio, y los siempre relevantes datos de ventas de nuevas viviendas, en esta ocasión del mes de julio.
Si estas cifras "acompañan" y dado el nivel de sobreventa de muchos valores, es factible que asistamos a un intento de rebote en las Bolsas occidentales, aunque será complicado que éste sea del todo exitoso ya que hay muchos inversores nerviosos que aprovecharán cualquier repunte para deshacer posiciones. Por tanto, creemos que para comenzar a "comprar bolsa" todavía hay tiempo, por lo que recomendamos no precipitarse hasta que el escenario en los mercados se clarifique y se calmen los ánimos.
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