La decisión de S&P sin duda presiona aún más al Gobierno de Toni Martí y a los reguladores para poner fin cuanto antes a una situación que les aleja del objetivo de acabar con el ‘estigma’ de paraíso fiscal que persigue a Andorra desde hace años, a pesar de haber firmado numerosos acuerdos para salir […]
Dirigentes Digital
| 13 mar 2015
La decisión de S&P sin duda presiona aún más al Gobierno de Toni Martí y a los reguladores para poner fin cuanto antes a una situación que les aleja del objetivo de acabar con el ‘estigma’ de paraíso fiscal que persigue a Andorra desde hace años, a pesar de haber firmado numerosos acuerdos para salir de estas listas negras gracias a un mayor intercambio de información. Según fuentes financieras, la solución que se barajaba hasta ahora consistiría en que alguna entidad andorrana absorbiese BPA, aunque no todos parecen por la labor.
La agencia culpa de su decisión directamente a los riesgos que corre el sector financiero tras la decisión de EEUU de investigar a BPA por supuesto blanqueo de dinero. A juicio de los expertos, el problema es el impacto que la decisión del Tesoro estadounidense tenga sobre el conjunto del sistema, con un peso del 20% sobre la economía del país según sus estimaciones.
"Entendemos que BPA podría perder su capacidad de operar con entidades estadounidenses", explican desde la agencia de calificación, donde advierten además que "la ausencia de un banco central o un prestamista de último recurso en el sistema financiero andorrano agrava los riesgos existentes". De hecho, explican que "en nuestra opinión, el gobierno central, con un presupuesto de unos 400 millones de euros anuales, no sería capaz de proporcionar apoyo financiero, en caso de necesidad, al BPA". Y recuerdan que sus bancos tampoco tienen acceso directo a la financiación del BCE, aunque sí a través de sus filiales, si cuentan con activos admitidos como colateral.
S&P deja abierta la puerta a nuevas rebajas de rating, al situar la calificación en vigilancia negativa. Aunque todo dependerá de la actuación de las autoridades estadounidenses, así como de las instituciones andorranas para mantener la estabilidad del sistema financiero local. Es decir, si las "turbulencias en el sector financiero doméstico" acaban repercutiendo en la economía del país, habrá un nuevo recorte.
En este sentido, y a pesar de las incertidumbres planteadas, la agencia de calificación crediticia reconoce que "las autoridades andorranas están dando pasos decididos, comprometidas a mantener la estabilidad del sistema financiero". Añaden que el Institut Nacional Andorrà de Finances (INAF), también está cooperando con los reguladores internacionales de aquellas jurisdicciones en las que operan los bancos andorranos. También que los bancos del Principado "están adecuadamente capitalizados, con un ratio de solvencia cercano al 22% y de liquidez del 70%". Sin embargo, insisten en que "el posible impacto de la investigación de EEUU en otros bancos es incierto en el corto plazo".
El peso de BPA
Desde S&P recuerdan que los activos de BPA ascienden a 3.300 millones de euros a cierre de 2013, y los activos fuera de balance a unos 7.000 millones, con lo que el banco representa el 21,1% del total del sistema bancario del país, destacando su presencia en España, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Panamá y Uruguay.
Según explican, los préstamos en mora (créditos vencidos a más de 90 días) en BPA constituyen cerca del 9,1% del total de préstamos al cierre de 2013. La media del sistema andorrano (incluido BPA) es del 5,1%. El ratio de solvencia del banco fue de alrededor del 17% aquel año, frente al 22% de media en las entidades del país.
El total de activos bajo administración de los bancos andorranos se incrementó un 63% desde 2008 a 2013, hasta alcanzar los 41.300 millones de dólares desde los 25.000 millones anteriores. Solo aquel año, el volumen se incrementó un 18%, "gracias sobre todo a la expansión de los bancos al extranjero, en parte, a través de adquisiciones en España".
Precisamente, una de esas adquisiciones fue la que en 2010 llevó a BPA a comprar Banco Madrid en España. Una entidad que ahora está a la espera del desarrollo de las investigaciones para determinar su futuro. El Banco de España ya ha nombrado a tres administradores en sustitución del antiguo Consejo. Pero algunas voces apuntan ya a la posibilidad de que BPA se vea obligada a vender la entidad si las investigaciones avanzan y no quiere arrastrar a su filial española con ella.