Para los expertos de MSCI, es necesario que el país lleve a cabo mejoras adicionales para facilitar la accesibilidad del mercado. China lleva semanas asegurando que los pasos ya se han dado, trabajando, entre otras cosas, para flexibilizar las restricciones sobre los flujos de capital transfronterizos. El índice MSCI EM ya incluye acciones de las […]
Dirigentes Digital
| 15 jun 2016
Para los expertos de MSCI, es necesario que el país lleve a cabo mejoras adicionales para facilitar la accesibilidad del mercado. China lleva semanas asegurando que los pasos ya se han dado, trabajando, entre otras cosas, para flexibilizar las restricciones sobre los flujos de capital transfronterizos.
El índice MSCI EM ya incluye acciones de las cotizadas chinas de la Bolsa de Hong Kong, así como ADRs que cotizan en Nueva York. Pero ahora debe decidir si incluye las acciones clase A (cotizadas en Shanghai y Shenzhen denominadas en yuanes). Una decisión que ya el año pasado se pospuso y que, sin duda, ahorró un gran disgusto a los inversores en términos de rentabilidad, a juzgar por el comportamiento de los mercados del país desde el verano pasado.
Sin embargo, la decisión de incluir estos títulos, ahora aplazada hasta 2017, podría ayudar a su vez a estabilizar el volátil mercado del gigante asiático, atrayendo miles de millones de dólares de nuevos inversores. "El mercado de acciones clase A es el segundo mayor del mundo, y el mayor de los emergentes, por lo que en teoría un índice global si esta clase de acciones está incompleto". Es el mensaje que desde los reguladores chinos llevan mandado desde hace meses.
Sin duda su inclusión en los índices de referencia global sería un gran paso en el proceso de internacionalización que desde hace años persiguen, poco a poco, las autoridades locales. Una estrategia que comenzó con el Stock Connect en marcha desde 2014 que creaba una doble vía para invertir en los mercados de Hong Kong y Shanghai, y que ahora pretende ampliarse con un programa similar, pero con el índice Shenzhen.
El programa del Shanghai Hong Kong Stock Connnect tenía la intención de facilitar además la llegada de inversores como los hedge funds y retails, que hasta entonces tenían tremendamente restringida su entrada a la Bolsa china, con memorandos de entendimiento para poder comprar acciones locales. "Te preguntaban todo, datos personales, cuánto vas a invertir, con qué finalidad… es tremendamente pesado", explican operadores en este mercado.
"La inclusión de algunas acciones clase A en un índice MSCI ayudarían además a impulsar el vínculo que desde hace años estamos intentando entre las bolsas de Shanghai y de Londres", indicaba Xavier Rolet, CEO del parqué londinense en un reciente foro financiero.
Los planes son numerosos. Pero las turbulencias vividas por el mercado chino desde el pasado verano han retrasado el proyecto. Y también han impedido que la decisión final de MSCI sea positiva, al dudar aún de ciertas medidas que restringen la negociaciones en el mercado asiático, como el tiempo límite de tres meses impuesto para las compañías que quieran suspender temporalmente su cotización con el objetivo de evitar la fuga de capitales en momentos de crash bursátiles.
Los expertos lo tienen claro. El cambio de categoría no resultaba insignificante, especialmente para todos los ETFs o fondos índices que replican los índices MSCI. "MSCI optó por no incluir a las acciones A chinas en junio pasado. Fue un revés para las ambiciones de China, pero un golpe de buena suerte para los inversores globales en retrospectiva", explican desde Morningstar, recordando que el índice MSCI China A, que hace un seguimiento a las acciones A, comenzó a sumergirse en el mismo mes y ha perdido alrededor del 46% en los últimos 12 meses.
Según calculan, a los precios actuales, la inclusión de acciones A representaría aproximadamente el 20% del índice MSCI de mercados emergentes (MSCI Emerging Markets). "Si la inclusión se formaliza, MSCI limitaría la inclusión de estos valores al 1% e incrementar el peso a lo largo del tiempo", indican. Según cálculos de HSBC, una inclusión inicial del 5% podría atraer hasta 17.000 millones de dólares de fondos que indexan el MSCI EM.