Y es que, tal y como indicaban entonces los analistas de Ahorro Corporación Financiera (ACF), aunque el castigo que sufrió el grupo en bolsa a cuenta de las garantías y contabilización de sus "bonos verdes" pudiera haber sido excesivo, "el importante montante de deuda va a seguir pesando en la evolución de la compañía". La […]
Dirigentes Digital
| 26 dic 2014
Y es que, tal y como indicaban entonces los analistas de Ahorro Corporación Financiera (ACF), aunque el castigo que sufrió el grupo en bolsa a cuenta de las garantías y contabilización de sus "bonos verdes" pudiera haber sido excesivo, "el importante montante de deuda va a seguir pesando en la evolución de la compañía".
La agencia de calificación crediticia Fitch advirtió al hilo de esta noticia que la distinta metodología aplicada para dicha deuda significaba que su estimación de endeudamiento con recurso ajustado para el presente ejercicio, de cuatro veces, casi duplica los datos ofrecidos por la propia empresa. Asimismo, llamaba la atención sobre los riesgos que suponían para el grupo la fuerte caída del crudo y las incertidumbres en torno a las energías renovables.
Abengoa, por su parte, respondió con una conferencia a analistas y una revisión "limitada" de sus últimas cuentas de Deloitte. Un informa en el que se explicaba que no hay indicios de que sus cifras no hayan sido elaboradas conforme a las normas internacionales, aunque se matizaba que no contenía toda la información que requieren unos estados financiero consolidados y que no es una "auditoría de cuentas".
En el encuentro con las firmas de análisis, el grupo dejó claro que contaba con 601 millones de euros de liquidez para recomprar bonos; añadió una tercera categoría de deuda: la deuda sin recurso en proceso (que se sumó a deuda corporativa y deuda sin recurso); y anunció un nuevo objetivo de apalancamiento sumando la deuda corporativa y la de sin recurso en proceso, que es de cinco veces el EBITDA para 2014 y de 4,5 veces para 2015. Contando solo la deuda corporativa, la "meta" se mantiene en dos veces para ambos años.
A principios de este mes, S&P mantenía la calificación del grupo en "B" (bono basura), con perspectiva positiva, y destacaba que los planes del grupo de reducir su participación en Abengoa Yield, implicarían sacar la mayor parte de la deuda asociada a la filial de su balance y mejorar, por tanto, sus ratios crediticios.
Poco después, la compañía sevillana actualizaba su plan de optimización de su estructura financiera reiterando su compromiso de rebajar su presencia en el capital de Abengoa Yield al 51%; realizar una segunda venta de activos de la misma y continuar desarrollando la estrategia de Abengoa Greenfield con la creación de una joint venture con socios externos.
Renta 4 reseñaba que esto "permitirá permitirá a Abengoa compartir inversiones durante la fase de construcción de los proyectos y así reducir sus necesidades de financiación. Estas medidas demuestran que está desarrollando una estrategia que mejora significativamente su flexibilidad financiera al ampliar las fuentes de financiación (equity) y reducir el nivel de inversiones, con impacto positivo en la deuda del grupo".
En este sentido, Moody’s calificaba de "positivos" estos planes y calculaba con estos Abengoa podría conseguir liquidez por un importe aproximado de 370 millones de euros, que si se dedican a reducir deuda permitirían recortar el "muy elevado apalancamiento bruto de la empresa".
Bankinter cifraba el nivel de endeudamiento relativo de la corporación en 9.022 millones, "para unos ingresos estimados en 2014 de 7.500 millones en el mejor de los casos, según la propia compañía, y unos recursos propios a 30 de septiembre de 2.724 millones, lo que equivale a un apalancamiento de 3,3 veces. Con relación al EBITDA estimado para 2014 (1.400 millones) el ratio sería de 6,4 veces".
Así las cosas, los expertos de Exane BNP Paribas han mostrado sus dudas sobre la capacidad de Abengoa para hacer frente al pago de los 3.100 millones de deuda que vencen en los próximos doce meses. La firma considera que para cumplir con sus compromisos deben mejorar de forma significativa sus ingresos, algo que parece complicado, sobre todo si tenemos en cuenta que al presentar las cifras del tercer trimestre rebajo sus previsiones de esta partida para 2014 hasta un rango de entre 7.400-7.500 millones, frente al anterior de entre 7.900 y 8.000 millones.