En máximos de siete meses cotizan los treasuries a diez años tras el positivo Informe de Empleo de mayo que conocimos hace ya una semana, al que han acompañado unas ventas al por menor mejores de lo esperado. "Este escenario es positivo en el fondo para economía y Bolsas, pero incrementa la presión sobre los […]
Dirigentes Digital
| 12 jun 2015
En máximos de siete meses cotizan los treasuries a diez años tras el positivo Informe de Empleo de mayo que conocimos hace ya una semana, al que han acompañado unas ventas al por menor mejores de lo esperado. "Este escenario es positivo en el fondo para economía y Bolsas, pero incrementa la presión sobre los bonos americanos por la mayor probabilidad de un incremento del precio del dinero en Estados Unidos y, a corto plazo, aumentará la volatilidad", explican los analistas de Bankinter.
Por otra parte, la fuerte corrección de los bonos soberanos del Viejo Continente se ha contagiado a la renta fija estadounidense. Tal y como apunta Link Securities, "parte de esta corrección ha sido justificada por la falta de liquidez que hay en estos mercados en la actualidad, dado que la nueva y dura regulación limita el papel de los bancos como creadores de mercado y, por tanto, generadores de liquidez en los mismos".
Llama la atención Markus Allenspach, estratega jefe de renta fija de Julius Baer, que también los segmentos de mayor rendimiento del mercado norteamericano han comenzado a unirse también a las ventas.
Así, el índice de Bank of America Merrill Lynch para los bonos estadounidenses en "grado de especulación" ha perdido algo más de un 1%, tras haber ganado cerca de un 4% mientras la rentabilidad de la deuda gubernamental ascendía.
"La recuperación de los precios del petróleo ayudó a los emisores energéticos a recuperar algo del terreno perdido el año pasado, pero esta circunstancia especial ya ha quedado atrás, y la tendencia de estos activos la marcará la volatilidad de los bonos del Gobierno y la ampliación de los diferenciales de crédito, que refleja las crecientes preocupaciones sobre impagos en el segmento de la minería", añade este experto.
Es más, continúa, "hay discusiones incesantes entre los participantes del mercado acerca de la falta de liquidez y la exigencia de una mayor prima de riesgo de liquidez para los bonos. Nosotros salimos del segmento high yield estadounidense en verano del año pasado, cuando los rendimientos cayeron por debajo del 5%, y reiteramos nuestra posición de que sólo volveríamos a retornos del 8%, que contrastan con el 6,4% actual".
Concluye Allenspach que "la confianza sobre la economía se ha vuelto más positiva en poco tiempo. A finales de mayo, el mercado debatía sobre la probabilidad de que se produjera otra recesión en Estados Unidos, y ahora los inversores están posicionándose para subidas de tipos más rápidas. En este entorno, deben mantener la calma y permanecer en los activos más líquidos, una estrategia que llevamos recomendando desde otoño de 2014%".