La jornada se hizo cuesta arriba desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidiese suspender la negociación del Santander a media sesión. En ese momento, sus títulos cotizaban a 6,85 euros con subidas del 3,33%. Pero la decisión del regulador impuso los números rojos en el sector. Solo con la apertura alcista […]
Dirigentes Digital
| 08 ene 2015
La jornada se hizo cuesta arriba desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidiese suspender la negociación del Santander a media sesión. En ese momento, sus títulos cotizaban a 6,85 euros con subidas del 3,33%. Pero la decisión del regulador impuso los números rojos en el sector.
Solo con la apertura alcista de Wall Street los bancos cotizados lograron darse la vuelta acompañando las subidas de un Ibex que cerró la jornada por encima de los 10.100 puntos. Bankia se situó al cierre como la más alcista con una revalorización del 2,18%, seguida de Bankinter (1,80%) y Sabadell (1,6%). CaixaBank, Popular y BBVA también lograron cerrar con alzas superiores al 1%.
Aún así, las renovadas dudas que la ampliación de capital de la mayor empresa del Ibex 35 hicieron mella en el selectivo, que no subió con tanta fuerza como otros índices europeos.
"El influjo del mercado neoyorquino nos ha devuelto a niveles superiores, aunque sin alcanzar los máximos de la sesión", explican los analistas de Renta 4, que aún así, recuerdan que "el futuro del Ibex está descontando una caída en la cotización de las acciones del Santander, cuando se produzca su retorno al mercado".
Hoy los títulos de la entidad presidida por Ana Patricia Botín volverán a cotizar en la Bolsa española. Y es en ese preciso momento en el que los inversores tendrán que estar más atentos. Eduardo Faus, Analista técnico de Renta 4, explicaba ayer que "por debajo de 6,47 euros, y pese a rebotes intermedios, el aspecto técnico de la entidad sufre un grave impacto".
En este escenario, su consejo es el de ‘vender’ por debajo de esos 6,47 euros. Es previsible que los inversores intenten deshacerse de los títulos de la compañía para evitar la dilución que provocará la ampliación de capital. Y tal vez este evento tenga un ‘efecto arrastre’ sobre el resto de cotizadas de un sector que vuelve a sembrar las dudas sobre su salud real.