Ésta era una de las consecuencias del fallo reconocido por el fabricante automovilístico pero en este caso GM argumenta que no hay pruebas de que el airbag no se activara por ese motivo. "Cada caso será juzgado por sus propios méritos" dijo Jim Cain, portavoz de GM en declaraciones recogidas por Reuters. Éste es el […]
Dirigentes Digital
| 11 ene 2016
Ésta era una de las consecuencias del fallo reconocido por el fabricante automovilístico pero en este caso GM argumenta que no hay pruebas de que el airbag no se activara por ese motivo. "Cada caso será juzgado por sus propios méritos" dijo Jim Cain, portavoz de GM en declaraciones recogidas por Reuters.
Éste es el primero de los seis juicios de este año ante el juez Jesse Furman que lleva todos los litigios de las clientes de GM. No se trata de una sentencia vinculante para los demás casos pero, sin duda, dará una idea de la fortaleza de las pruebas que presenten ambas partes. GM ya ha acordado pagar cerca de 2.000 millones de dólares en multas y compensaciones. Ya en febrero de 2014, GM admitió que 2,6 millones de vehículos tenían el sistema de ignición defectuoso lo que podría provocar que se calentara en exceso el motor y también evitar que el airbag se desplegara. Tras una investigación interna se determinó que había empleados de la compañía que conocían el problema desde hacía una década.
Para Robert Scheuers, que todavía sufre dolores en cuello y espalda, GM le ha puesto en riesgo al retrasar la retirada de los vehículos afectados y acusa a la compañía de haber hecho muy poco por sus clientes."El busca daños punitivos basados en una conducta intencional por parte de GM" dice su abogado Robert Hilliard.
General Motors acordó pagar 900 millones de dólares en Septiembre a las autoridades federales en relación con este caso que afecta a 2,6 millones de vehículos. Como consecuencia del acuerdo el gigante de Detroit computó en su cuenta un gasto de 575 millones de dólares en el tercer trimestre del año. El fabricante automovilístico también ha pagado una multa de 35 millones dólares por ocultar durante años la información sobre el defecto del sistema de ignición que afectó a modelos producidos por las marcas de GM antes de la creación de la nueva General Motors en 2009.