La lucha contra el fraude fiscal se ha convertido en la bandera de cualquier Gobierno europeo y más cuando las cuentas no salen. La crisis económica ha hecho que los dirigentes busquen los agujeros en los presupuestos nacionales y han detectado que la gran fuga es por culpa de la evasión de impuesto. Los países […]
Dirigentes Digital
| 11 ene 2016
La lucha contra el fraude fiscal se ha convertido en la bandera de cualquier Gobierno europeo y más cuando las cuentas no salen. La crisis económica ha hecho que los dirigentes busquen los agujeros en los presupuestos nacionales y han detectado que la gran fuga es por culpa de la evasión de impuesto. Los países del sur comparten el mal endémico. Las últimas cifras la ha ofrecido la gran patronal de italiana que cifra en 2015 el fraude fiscal en 122.000 millones de euros.
La cifra es tan mareante que supone el 7,5% del PIB italiano o el doble que estudios recientes sobre la economía española y le sirve a la patronal para criticar la política fiscal del Estado. Mientras la presión fiscal ha aumentado en casi cuatro puntos en diez años, las arcas públicas han perdido capacidad recaudatoria. Los ingresos del Estado han quedado planos respecto a 2014, cuando creció un 8%, tras una subida generalizada de impuestos.
Italia está a la cola en capacidad recaudatoria en Europa. Según las cifras de la Comisión Europea, el país dejó de percibir 47.516 millones en el impuesto de IVA en 2013, que supone un 33,6 % del total. La referencia queda muy por encima de las grandes economías europeas. En el mismo informe, España dejaba de ingresar 23.700 millones, un 16% del total; Francia, 14.096 millones (8,9 %); Alemania, 24.873 millones (11,2 %), y Reino Unido, 15.431 millones (9,8 %).
Para Confindustria, el IVA es el talón de Aquiles del sistema tributario italiano al ser el impuesto más defraudado, al alcanzar una cifra de 40.000 millones, prácticamente el doble que por IRPF. La patronal que parte de la culpa de esta situación es la escasa eficiencia del fisco italiano, además de la economía sumergida.