Casi diez años hace desde que la autoridad monetaria de Estados Unidos llevó a cabo un movimiento de este tipo. Mucho tiempo y una crisis sin precedentes de por medio nos separan de aquel mes de junio de 2005, por ello, quizá, antes de analizar la "historia de las subidas de tipos", conviene mejor echar […]
Dirigentes Digital
| 31 may 2015
Casi diez años hace desde que la autoridad monetaria de Estados Unidos llevó a cabo un movimiento de este tipo. Mucho tiempo y una crisis sin precedentes de por medio nos separan de aquel mes de junio de 2005, por ello, quizá, antes de analizar la "historia de las subidas de tipos", conviene mejor echar un vistazo al primer paso que dio hacia el endurecimiento de su política: el anuncio del tapering, o del fin (gradual) de su programa de compras de activos en 2013.
En el pasado, la reacción de los mercados a los movimientos de la Fed han dependido, en gran medida, del contexto económico en el que se produjesen. Y, según añaden los analistas de Barclays, no sólo depende del punto del ciclo en el que nos encontramos, sino también de las perspectivas futuras de actividad.
Actualmente, afirman estos expertos, estamos en un entorno de aumento de las expectativas de crecimiento, con indicadores clave como el mercado laboral mejorando de forma constante. Sí, es cierto que los últimos datos apuntan a un cierto debilitamiento macro. Sin embargo, la opinión generalizada es que estamos ante un simple "bache" en el camino de la recuperación, debido, principalmente, a una climatología adversa. Además, no podemos perder de vista el impacto negativo de la fortaleza del dólar y el desplome del petróleo.
Y es que, mientras las estimaciones para los principales datos de actividad económica ascienden, las de inflación hacen todo lo contrario. Un "trasfondo", explican desde la firma británica, que ha sido positivo para las Bolsas y ha ido acompañado de un cierto repunte en la rentabilidad de los bonos, mientras la volatilidad de las acciones ha sido en general benigna…
Así, afirman que "las preocupaciones por una posible ‘rabieta’ como la sucedida en 2013" son exageradas teniendo en cuenta este entorno, y es que en dicho año el contexto era de rebajas para las previsiones de crecimiento y aumentos para las de inflación, combinación que históricamente ha producido malos retornos en la renta variable en un horizonte de seis meses.
"El actual escenario de aumento del crecimiento y caída en las expectativas de inflación sugieren que, incluso, aunque se produzca un fuerte repricing (ajuste de precios) en las previsiones del mercado de una subida de tipos, el futuro de la renta variable en los próximos meses no parece demasiado débil", concluyen los analistas de Barclays.
Impacto de las subidas de tipos: teoría frente a historia
Llegados a este punto conviene tener claro que lo que descuentan analistas e inversores es un repunte del precio del dinero muy gradual. "Sin prisa, pero sin pausa", la Fed va a seguir adelante en su camino hacia la normalización, "dando pasos matizados y pequeños, usando un lenguaje progresivamente más duro antes de que se produzca el primer aumento, de 25 puntos básicos, posiblemente coincidiendo con sus nuevas previsiones económicas en septiembre", describen desde Hermes Investment Management. E incluso este movimiento, matizan, irá "edulcorado" con palabras que reiteren que el ritmo "será lento y dependerá de los datos".
Puede leer el reportaje completo en nuestra revista DIRIGENTES del mes de mayo.